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Mesa de Redacción

Arantxa Lopetegi

Donostia, sus barrios y otras cosas de las que informar. Les escucho.

De la mano

Qué difícil es tener a una persona a la que dar la mano o que te la ofrezca cuando la necesitas

De la mano

Qué difícil es tener a una persona a la que dar la mano o que te la ofrezca cuando la necesitas. Qué difícil es que pasen los años, las décadas, sin que desaparezca la risa e, incluso, la carcajada compartida. Qué difícil resulta, en ocasiones, no bajarse del tren en marcha cunado adquiere una velocidad que no controlamos. Qué difícil es que más de medio siglo después sea la misma persona la que te ocupe y te preocupe, te llene y, a veces, te sobre un poco. Siempre he pensado que pedir demasiado a la vida te lleva a tener poco, porque nunca te parecerá suficiente. Por eso, qué difícil resulta poder compartir 60 años de viaje conjunto, de subidas y bajadas, de horas valle y horas punta, de sueños cumplidos y frustrados. Qué difícil. Pero que privilegio es lograrlo y qué suerte poder compartirlo con el cariño de quienes les rodean, porque lo merecen. Quienes les conocen saben que en este paseo que se hace tan corto, tener gente como ellos cerca es una suerte. Perdonen los que no les conocen por aprovechar esta ventana para felicitarles, pero estoy segura que si les conocieran se sumarían a esta felicitación. Cuando la vida te pone al lado un compañero o compañera de fatigas, las fatigas se reparten, pesan menos.