Menos mal que nos queda Donald Trump, un hombre empeñado en llenar los periódicos de noticias que llevan su fotografía. Aunque sea porque un día dice una cosa y al día siguiente la contraria. Seguramente, es este tránsito entre el final de julio y el principio de agosto el tiempo más plano desde el punto de vista informativo. La actualidad está bajo mínimos, la mayoría de las actividades han plegado velas y no hay muchos temas sobre los que escribir. Pasan muy pocas cosas ahí fuera. Es lo que corresponde a una época del año en la que la mayoría de la gente está disfrutando de sus merecidas vacaciones. No es que los periodistas seamos ajenos a ese derecho laboral, pero ya se sabe que navegamos a contracorriente y nuestro ritmo vital no se acopla al de la mayoría. (Casi) Nunca cerramos. En eso creo que nos parecemos a la hostelería, el auténtico corazón de la vida urbana. Nunca deja de latir. Desconozco a cuánta gente le toca trabajar cuando la mayoría descansa. Y al revés, librar cuando la ciudad bulle de actitividad. A todo se acostumbra uno, aunque seguramente lo digo porque no me ha tocado hacerlo de noche. Eso creo que son palabras mayores. Pues eso, que la actualidad esta muy plana y vale como noticia de agosto.
