Un día como hoy, hace 136 años, el pintor holandés Vincent van Gogh se cortó la oreja izquierda después de una acalorada discusión con su colega pintor Paul Gauguin. La policía lo encontró a la mañana siguiente, inconsciente a causa de la hemorragia, sin recordar nada de lo que había sucedido. El que hoy consideramos uno de los grandes genios de la pintura del siglo XIX murió siendo un incomprendido. Pintó más de 900 cuadros, pero sólo vendió uno en vida meses antes de morir. La necesidad de reconocimiento es una parte fundamental del ser humano. Buscamos la validación de los demás para fortalecer nuestra autoestima, pero la historia del arte está repleta de casos como el de Van Gogh. 191,6 millones de euros fue el precio que pagó la familia real de Catar por Los jugadores de cartas. El cuadro de Paul Cézanne consiguió batir un récord en el mercado del arte, convirtiéndose en el más caro de la historia. En su época fue otro genio ignorado. Esperar la validación externa puede convertirse en un ejercicio exasperante que quizá no llegue nunca. Ya que cada vida es una obra de arte en potencia, seamos arte y parte en este nuevo 2025. Quita, raspa, pule y limpia hasta que vaya tomando forma aquello que anhelas. Esculpe tu propia estatua, bien sabes que somos una obra inacabada. Urte berri on!