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Mesa de Redacción

Jorge Napal

Suicidio

SuicidioN.G.

Se trata de una iniciativa muy innovadora. Se puede decir que la sociedad se ha revelado ante un problema de salud pública de primer orden, poniendo todo de su parte. Hablamos del municipio de Alcalá la Real, en la Comarca de la Sierra Sur de Jaén, con 21.587 habitantes. Es la localidad con la tasa más elevada de suicidios de todo el Estado. Rara es la familia que en el pueblo que no tenga a alguien que se ha quitado la vida, sin llegar a encontrar una explicación científica del porqué. Una lacra ante la cual sus habitantes no han querido quedarse de brazos cruzados. Conscientes de que, por muchos planes de seguimiento que se hagan, el suicidio no se puede erradicar desde un hospital, toda la población –desde farmacéuticos a bomberos, pasando por ciudadanos anónimos– ha pasado a formar parte activa en la lucha contra esta lacra, organizando comisiones de seguimiento de personas que se quedan solas. Es algo que está normalizado en el pueblo, aunque fuera no deja de haber cierto tabú todavía. “Todos podemos contribuir y aportar”, decía hace unos días un profesional que acudió al Congreso de Psiquiatría celebrado en Donostia, que me habló de esta iniciativa. Acostumbrados a que todo se solucione con una pastilla, la solidaridad parece cobrar en este caso un significado todavía más especial.