No lo puedo evitar. Cada vez soy más viejo y más cascarrabias. Creo que van de la mano. Mi última obsesión es levantarme y cambiar de canal y no volverlo a poner mientras me acuerde, cada vez que en la sección de Deportes de un informativo televisivo veo una noticia de la liga de fútbol de Arabia Saudita. Bueno, en realidad, son pseudonoticias, apuntes que se refieren a Cristiano Ronaldo o alguna otra figura y en las que no te dicen ni el resultado del partido de las imágenes que ves. Porque, en realidad, no creo que ni al editor le interese si va primero en la liga el Al-quitrán, el Al-hambra, el Al-opecia, o el Al-Ándalus, que todos los equipos empiezan por Al y nadie los diferencia. Son apenas fragmentos de 15-20 segundos en los que a un servidor, que ya ha perdido el poder en casa, no le da tiempo a cambiar de canal, porque antes tengo que ver dónde han dejado mis hijos el mando a distancia. Así que cambio con retardo, pero ipso facto, y con castigo añadido al canal por meterme basura en el menú. Ayer decían que Cristiano Ronaldo llevaba ya 900 goles en su carrera y que el objetivo era llegar a 1.000. Pues que llegue, pero que me dejen en paz, que ya bastante tengo con seguir las categorías regionales y no tengo interés en el petrofútbol.