Es el ser humano más elegantemente machacado del mundo. Un hombre que pensaba que no iba a llegar a los 30 años y este mismo lunes cumple 80. “Hacerse viejo es un asunto fascinante. Cuanto más mayor te haces, más mayor quieres ser”. Asombrosa longevidad la de Keith Richards. El provocador guitarrista y alma mater de los Rolling Stones es un músico que ha hecho y probado de todo. “Cuando no hay heroína te toca bajar al infierno sabiendo que va a ser una puta piscina llena de pirañas”, reconoce en sus memorias este hombre que parece llegar a estas alturas de la vida convertido en la excepción que confirma la regla. Es el niño que se aburría en el cole, y que se formó escuchando discos de Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan o Louis Armstrong. Un niño que se ha hecho mayor y que no parece acusarlo en exceso. “Tal vez tengo la suerte de que físicamente esto siga funcionando. Hasta ahora, no tengo ningún problema real con envejecer”, admite el músico, que dejó la heroína en 1978, la cocaína en 2006, y el tabaco en 2019. Le encantaban Billie Holliday, Chuck Berry, Muddy Waters y también un poco de Mozart. Dice que todo cambió cuando apareció Elvis. La gran estrella del rock dejó de brillar el 16 de agosto de 1977. La de Keith Richard, sorprendentemente, lo sigue haciendo casi medio siglo después.