Quién fuera medusa. No una medusa cualquiera, de esas que pululan por la orilla del mar. Quién fuera una medusa Turritopsis dohrnii, también conocida como la inmortal. Según un estudio hecho público esta semana por investigadores de la Universidad de Oviedo, esta especie de medusa, si no se la zampa antes un depredador, puede vivir in saecula saeculorum. Por los siglos de los siglos, vamos. Los científicos han secuenciado el genoma de esta especie y concluyen que puede rejuvenecer las veces que quiera. O sea, una vez que llega a vieja, a la edad adulta, puede retroceder a sus años mozos, y así infinitamente. El elixir de la eterna juventud lo tiene una medusa que, por cierto, habita en el Pacífico, el Mediterráneo y el Caribe. Algo así, lo de regresar al pasado, pretende Odón Elorza, que quiere revivir sus tiempos de alcalde de Donostia. Para sorpresa de propios y extraños, se ha postulado como candidato a las primarias (si es que finalmente se celebran) y ha agitado el panorama político ahora que arranca la carrera a las municipales y forales de mayo de 2023. Y hablando de animales marinos, no sé por qué, pero a uno siempre le ha parecido que Elorza en el Congreso estaba más aburrido que una ostra.