Hodei Ezpeleta –Bihurri– revalidó el título de campeón de Euskal Herria en Bilbao. El eibartarra se hizo con el torneo oficial, organizado por la Federación Vasca, tras una dura pelea con Xabier Zaldua que no comenzó a resolverse hasta el décimo de los doce troncos. 

Los seis finalistas tuvieron que cortar dos kanaerdikos –es decir, dos troncos de 39,8centímetros de diámetro y 1,25 metros de perímetro–, dos piezas de 60 pulgadas –de 44,3 y 1,39–, cuatro oinbikos –de 53,1 y 1,66–y, otra vez, dos maderas de 60 pulgadas y dos kanaerdikos. 

Bihurri estuvo en cabeza de la prueba desde la primer madera. Junto al último campeón, el otro gran favorito era Jokin Urretabizkaia -Basozabal-, que fue el más rápido de la eliminatoria del pasado septiembre. El donostiarra le siguió de cerca durante los cuatro primeros troncos, pero se quedó atascado en los oinbikos y acabó siendo superado por el eibartarra y por Zaldua. Basozabal necesitó un minuto y dos segundos más que el vencedor para cortar la primera pieza de 72 pulgadas, y ahí comenzaron a esfumarse sus opciones a la txapela.

Con el donostiarra descolgado, Zaldua pasó a convertirse en la principal amenaza para Bihurri. Al término del cuarto oinbiko, el zumarragarra tenía una desventaja de tan solo 23 segundos sobre el vencedor. El triple campeón de pentatlón vasco redujo la diferencia a 20 segundos en la tercera madera de 60 pulgadas. En el antepenúltimo tronco, sin embargo, un correoso nudo se cruzó en su camino y truncó sus opciones a calarse la txapela. El zumarragarra necesitó 59 segundos más que Bihurri para partir esta pieza, y el eibartarra fue directo hacia su segundo título. 

El campeón finalizó la tarea en 47 minutos y 42 segundos, con dos minutos y cinco segundos de ventaja sobre Zaldua, que repite subcampeonato. En su primera final, Basozabal terminó en la tercera plaza, y Joxean Etxeberria, Luis Mari Txapartegi e Iban Resano completaron la clasificación. 

En declaraciones a ETB, Bihurri reconoció que “había sufrido” durante la final y que Zaldua le había “apretado mucho”. El eibartarra se mostró crítico con su propia actuación y la de los demás finalistas: “Se ve en los tiempos que no andamos haciendo tiempos punteros. Hay bastantes mejores, e históricamente mucho mejores. Es señal que todavía tenemos mucho que mejorar. El año que viene subirá el nivel y nos tendremos que preparar mejor. Trataremos de dar guerra, pero creo que será muy difícil”.