n, dos, tres, un pasito palante María; un, dos, tres, un pasito patrás. Ya estamos encerrados en el pueblo otra vez. Menos mal que en todas partes, además de cocer habas, hay sitios bonitos. En Zumarraga, por ejemplo, tienen un monte que se puede rodear andando. El recorrido que rodea el monte Beloki es tan bonito que muchas veces los vecinos desechan la opción de subir a la cima.

El camino que rodea el monte Beloki parte de la ermita de La Antigua. Se trata de la primera parroquia documentada en esta zona de Gipuzkoa. Es Monumento Histórico Artístico Nacional desde 1965 y Monumento Histórico Artístico Vasco desde 1984.

La ermita de La Antigua es una construcción humilde en su exterior, pero su interior es espectacular gracias a su estructura y sus figuras de madera. En La Antigua, además de la ermita, se puede visitar el centro de interpretación. En el mismo se recoge la historia de Zumarraga. El edificio acoge también la oficina de turismo y un restaurante.

El recorrido que rodea el monte Beloki parte, precisamente, junto al centro de interpretación. Es un recorrido apto para niños y mayores, se completa en apenas una hora y cuenta con unas vistas espectaculares. A lo largo del camino se pueden ver Txindoki, Aizkorri, Irimo, Izazpi, Korosti...

Además, recientemente el Ayuntamiento ha arreglado la pista y la ha dotado de cinco áreas de descanso. Al recorrido lo ha denominado itinerario paisajístico. Cada una de las cinco áreas cuenta con un panel en el que se informa sobre la historia de Zumarraga.

Cada área está dedicada a un tema: la ermita de La Antigua, la industria, la cestería, el ferrocarril y la casa-torre Legazpi. Estas cinco áreas son complementarias al centro de interpretación.

En el recorrido que rodea el monte Beloki se puede ver también una obra de arte realizada por un vecino hace algunos años: la talla de una leona cincelada en una gran piedra del camino. Esta piedra está situada junto al área dedicada al ferrocarril.

Junto a la zona dedicada a la ermita de La Antigua, por su parte, está el camino que lleva a lo alto del monte Beloki. Tal y como se ha indicado, muchos vecinos se limitan a rodear el monte. De todos modos, una vez allí, merece la pena subir hasta el punto en el que está situada la cruz.

Esta cruz de metal se construyó el año 1926, por lo que dentro de cinco años cumplirá 100. Esperemos que para entonces la pandemia sea historia y se pueda celebrar el centenario. Sin mascarillas y todos juntos y revueltos, como exige el manual de la buena romería.