l próximo lunes, día 20 de septiembre, se cumplirán 85 años de la toma de Azpeitia por parte de las tropas fascistas lideradas por el general Emilio Mola.

Dado el ritmo al que estaban avanzando por el territorio, la llegada de los militares sublevados afines a Franco a la villa del Urola se veía venir, por lo que fueron muchas las mujeres que durante las jornadas precedentes abandonaron la localidad (en la mayoría de los casos hacia Bizkaia) junto a sus familias. Aún así, fueron muchas más las azpeitiarras que decidieron permanecer en sus hogares mientras sus maridos, hermanos o hijos pasaban a engrosar los batallones que lucharon contra los golpistas.

Ni que decir tiene, aquellas mujeres que optaron por quedarse en Azpeitia eran plenamente conscientes del sufrimiento que iban a tener que padecer tras despedir a sus seres queridos y ver cómo la guerra separaba sus familias, pero no podían ni imaginarse las represalias que los fascistas iban a tomar contra ellas tras hacerse con el control de la villa.

Apenas unos meses después de aquellos hechos (principalmente en febrero y marzo de 1937) la denominada Comandancia Militar de Azpeitia expulsó de sus casas y mandó al destierro a ocho mujeres del pueblo; en varios casos junto a sus hijas e hijos menores de edad.

Según se recoge en el libro Conculcación de los derechos humanos y represión durante la Guerra Civil y el Primer Franquismo elaborado por la Sociedad de Ciencias Aranzadi y publicado por el Consistorio local, al menos ocho mujeres del municipio fueron obligadas a exiliarse antes de que finalizara la guerra "por formar parte de familias que se enfrentaron a los sublevados o, simplemente, por tener una ideología contraria a la de los golpistas".

Las mujeres deportadas de Azpeitia en 1937 fueron Juana Aguirre Oyarzabal, Catalina Bereciartua Altuna, María Eceiza, Casiana Echaniz Arrizabalaga, Joxepa Echeverria Aizpuru, María Echeverria Larrañaga, Isabel Gómez Azcune y María Orbegozo Arzuaga.

El palacio Basazabal de Azpeitia acogerá esta tarde (a las 19.00 horas) un sencillo pero merecido acto organizado por el Ayuntamiento y la Sociedad de Ciencias Aranzadi con el objetivo de "recordar y reconocer" a aquellas ocho vecinas que fueron expulsadas del pueblo por los fascistas.

Debido a la pandemia, el acto se llevará a cabo con aforo limitado, por lo que únicamente asistirán los familiares de Juana Aguirre, Catalina Bereciartua, María Eceiza, Casiana Echaniz, Joxepa Echeverria, María Echeverria, Isabel Gómez y María Orbegozo. En cualquier caso, el de Basazabal será, al fin y al cabo, un pequeño homenaje de Azpeitia a ocho víctimas del franquismo que nunca quisieron abandonar su pueblo.