- Por ser algo habitual, a quienes acostumbran a pasear junto a las regatas, arroyos y ríos de nuestra geografía no les sorprende encontrarse con todo tipo de residuos junto a los cauces. Sin embargo, casi nadie es realmente consciente de la enorme cantidad de basura que se acumula en nuestros ríos y regatas.

A veces, los residuos van a parar a los cauces por la acción del viento o la lluvia pero, lamentablemente, la mayoría de las basuras que acaban en los ríos tienen su origen en las malas prácticas y la poca conciencia medioambiental de la ciudadanía.

Esa triste realidad ha quedado en evidencia con las labores promovidas por el Ayuntamiento de Azpeitia con el objetivo de limpiar y poner en valor las regatas de Ibaieder y Errezil; cuyas aguas desembocan en el río Urola. Durante 16 días de octubre y noviembre, un equipo formado por cuatro personas se afanó en limpiar (a mano) los cauces de esas regatas y la labor realizada ha deparado unos resultados que deben hacernos reflexionar.

No en vano, la limpieza de las regatas Ibaieder y Errezil se llevó a cabo en un tramo de cinco kilómetros y se saldó con la retirada de 3.380 kilos de basura que, de no haberse sacado de allí, antes o después hubiera ido a parar al Urola y de allí al Cantábrico.

Una vez retirados de las regatas Ibaieder y Errezil, los residuos fueron clasificados en las instalaciones del vertedero de Lapatx, donde se ha podido ver que nuestros arroyos son auténticas carreteras por las que circulan todo tipo de basuras con destino a los ríos en los que desembocan.

Concretamente, de los 3.380 kilos de residuos retirados, 160 kilos corresponden a maderas, 380 kilos a chatarras, 129 kilos a plásticos y 2.660 kilos a la denominada fracción rechazo (también se han extraido 60 neumáticos).

Con esos datos en la mano, el concejal de medioambiente de Azpeitia, Aitor Bereziartua, ha reiterado el compromiso del Consistorio "para seguir trabajando en la mejora de nuestro entorno natural y con el objetivo de poner en valor el río Urola". Para ello, seguirá desarrollando campañas de sensibilización como las materializadas recientemente en los colegios de la villa y acciones como la instalación de rejillas metálicas en la parte baja de las barandillas que dan a los ríos para evitar que el aire arrastre pequeños residuos a los cauces. Aún así, insiste, "la responsabilidad de mantener limpios nuestros ríos y arroyos es de todos y la medida más efectiva está en gestionar de manera responsable la basura que generamos".