o ha sido un proceso ni corto ni fácil. Basta con echar la vista atrás casi 20 años para ver el trabajo que se ha realizado en la carretera GI-2637 que une Idiazabal, Segura y Zegama. Esta última, conocida por su carrera de montaña, se encuentra a los pies de Aizkorri, y la carretera hasta llegar al municipio hasta ahora era estrecha a la vez que concurrida. Ahora, se ha adaptado a las necesidades actuales y es muchísima más seguro recorrer en él los kilómetros.

Para entender este proceso hay que viajar hasta el 1999, cuando comenzaron las seis fases con las que ha contado esta obra. Se inició con las obras de la variante de Segura y finalizando en Zegama con la mejora del tramo de la rotonda de Kortaberri al polígono Ondaraldea. “Tras la variante de Segura, se inició el encauzamiento del río Oria a la altura de Intxausti. Después vino la ampliación y mejora de la carretera entre Idiazabal y Segura, y en el 2009, le tocó al tramo entre Segura y la rotonda de Kortaberri”, explica la diputada Aintzane Oiarbide.

“Hace dos años comenzamos la obra necesaria para los peatones de Zegama y alrededores, la ampliación de la carretera desde el polígono Ondaraldea hasta el núcleo de Zegama y la construcción de un camino peatonal y ciclista. Gracias a ello, hoy en día se puede circular con seguridad tanto a pie como en bicicleta entre Zegama e Idiazabal”, suma. Esta era una obra que la ciudadanía de Zegama pedía a gritos, ya que no había una zona peatonal como tal, lo que hacía que los paseos diarios se convirtiesen casi en un deporte de riesgo.

Tampoco ha sido barato. La Diputación ha invertido cerca de 15 millones de euros en la mejora de la carretera GI-2637; en la última fase recién acabada se han destinado 1.373.673,76 euros con los que se ha conseguido que la carretera tenga dos carriles de tres metros y unos arcenes de 0,50 metros. “Hay más espacio para poder conducir cómodamente”, añade Oiarbide.

La mejora de esta carretera se enmarca dentro del equilibrio territorial de la provincia por la que apuesta Diputación. “Junto a las mejoras que se hacen en las carreteras principales, es imprescindible que las vías secundarias sean buenas, en este caso para conectar los pueblos del valle de Aizkorpe y facilitar el acceso a la N-I”, concluye Oiarbide.

Por su parte, el alcalde de Zegama, Joseba Izagirre, ha recalcado en varias ocasiones que era un “reclamo” de las y los zegamarras y siempre ha agradecido que la Diputación decidiese invertir en esa zona que les afectaba. Por esa parte se ha mostrado “muy contento y satisfecho” con el resultado final de estas obras.

De esta manera, después de muchos años de mejoras, Zegama cuenta con una red viaria más segura que nunca con la que podrán disfrutar muchos años.