- El Ayuntamiento de Donostia ha iniciado una campaña en el barrio de Gros para que comerciantes y vecinos conozcan las causas de las obras con las que se encontrarán en los próximas meses en determinadas calles y que, por ser subterráneas, no se ven a simple vista, aunque sí la maquinaria del exterior. Además, la Junta de Gobierno encargó ayer los trabajos para sustituir las redes de abastecimiento de agua potable de Miramon-Zorroaga y Altza.

Los trabajos de los colectores de Gros arrancaron hace unas semanas en determinados puntos de la avenida de la Zurriola y alrededores, pero posteriormente quedaron suspendidos por la llegada del verano y el mayor tráfico en las calles afectadas. Hay que recordar que aunque las obras son principalmente subterráneas puede haber momentos en el que un vehículo obstaculice de modo temporal una calzada, por ejemplo, para limpiar el colector.

Estos días, los comerciantes de Gros han empezado a recibir unos folletos en los que se explican los motivos de las obras, que tendrán lugar en la calle Peña y Goñi, Miguel Imaz, Ramón y Cajal (desde el pozo situado junto al número 4 hasta el paseo de Colón), Gran Vía (desde la avenida de Zurriola hasta paseo Colón), Agirre Miramon, Usandizaga, Ramon María Lili, y la avenida Zurriola, en el tramo entre Miguel Imaz y Ramón y Cajal y Gran Vía.

Los trabajos corren a cargo de la empresa Urbycolan, que ganó el concurso aprobado en primavera con un precio de salida de 943.000 (IVA incluido). La tarea, en principio, durará ocho meses.

La actuación, que se considera "urgente", es la primera fase de la necesaria reparación de la red de colectores de Gros, que tendrá un coste total cercano a los dos millones de euros.

La obra de rehabilitación de estos conductos de la zona urbanizada más antigua de Gros se consideró urgente ya antes de la llegada de la pandemia, pero tuvo que posponerse precisamente por situación económica derivada de la crisis sanitaria.

A pesar de ello, los informes técnicos ya aconsejaban en 2019 la reparación de estos caminos subterráneos por donde fluyen las aguas sucias. Algunos de ellos tienen 80 años de antigüedad y su estructura está muy dañada, por lo que corren peligro de colapso, tal y como indicaban los informes técnicos y recuerda el folleto difundido entre el vecindario, que muestra con un dibujo el estado de estas viejas canalizaciones subterráneas.

"Se ha podido comprobar que con el paso del tiempo y del agua, la mayor parte de los colectores han sufrido una importante erosión principalmente en la base y la parte baja de los hastiales (muros)", señalaban los informes técnicos Asimismo, añadían que "el agravamiento de esta situación podría producir el hundimiento de dichos colectores generando riesgos a la seguridad de las personas, del medioambiente y de los inmuebles e infraestructuras cercanas".

Por otra parte, la Junta de Gobierno Local aprobó ayer adjudicar a la misma empresa Urbycolan el contrato renovación de las redes generales de distribución de agua potable de los depósitos de Oriabenta y Putzueta, que dan servicio a la zona de Miramon-Zorroaga y Altza respectivamente. El plazo de ejecución será de siete meses y el presupuesto, de 596.684 euros.

El entorno de Peña y Goñi, Miguel Imaz, Ramón y Cajal, Zurriola y Gran Vía acogerá obras durante un plazo de ochos meses