Ermelinda Maldonado lleva alrededor de diez años trabajando en su tienda Samy, ubicada en la calle Narrika de la Parte Vieja. Explica Maldonado que el negocio se encuentra en una situación parecida al del año pasado: "Estamos muy mal con las ventas. En invierno hemos tenido que cerrar la tienda varios días sin hacer ninguna caja y ahora que es verano, se ven muy pocos turistas y las ventas no avanzan porque la gente no se anima. Además, el mal tiempo tampoco ayuda, es más, perjudica mucho".

Y si en verano está así, asegura que el invierno ha sido peor. "Algunos días, al ver que no había ventas he llegado a cerrar a las 18.30 o 19.00 de la tarde. Por lo menos cerrando una o dos horas antes ahorramos la luz, porque son mas los gastos que las ventas", subraya.

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El año pasado llegó a perder casi todo y este año sigue con deudas. "Nosotros nos preparamos para Semana Santa y para verano. Hemos cogido genero y hemos acumulado las facturas, pero no nos esperábamos que con esta pandemia iba a paralizarse todo. Nos quedan un montón de facturas por pagar y lo poco que hemos vendido solo lo hemos usado para eso", admite.

Aún así, considera que hay que seguir adelante y no piensa rendirse, entre otras cosas, porque su pareja tampoco trabaja. "Eso me anima a seguir aquí y gracias a la dueña del local también que nos ha dejado endeudarnos porque no tenemos dinero para pagar. Nosotros pagaremos poco a poco siempre que nos dejen trabajar", explica Maldonado.