Los accidentes que tuvieron lugar el pasado año dentro del casco urbano de Donostia, atendidos por la Guardia Municipal, descendieron un 12,5% a consecuencia de la pandemia y se quedaron en 1.368. Sin embargo, el particular ejercicio, dominado por periodos de restricciones de movilidad por motivos sanitarios, experimentó un aumento del 20% en los accidentes con heridos en los que hubo bicicletas implicadas. Asimismo, los patinetes eléctricos, que se contabilizaron por primera vez como vehículos en la estadística, sufrieron 33 siniestros, lo que supone un 2,4% de todos los registrados en la capital guipuzcoana.

El concejal responsable de la Guardia Municipal, Martin Ibabe, y la delegada de Movilidad, Pilar Arana, dieron a conocer este viernes el balance de siniestros en la capital guipuzcoana, donde se agudizó la bajada de casos registrada en 2019. Arana recalcó que la inmensa mayoría de los accidentes con patinetes eléctricos contabilizados en 2020 tuvieron lugar en espacios en los que pueden circular (bidegorris y carreteras) y muy pocos en espacios donde lo tienen prohibido, como las aceras. Sin embargo, la mayor parte de ellos, 80-85%, se debió a la "pérdida de control" del aparato. "Estos vehículos pueden ser muy interesantes de cara a la movilidad, pero hay que recordar que no son un juguete", subrayó la concejala.

Los atropellos, a pesar del descenso de accidentes y de movimiento en las calles, se mantuvieron a lo largo del pasado ejercicio, ya que solo hubo tres menos que en 2019. En total fueron 86 y, a diferencia del año anterior, no hubo víctimas mortales. Pero sí se registraron 12 heridos graves, además de 86 leves. "Es importante concienciar a conductores y peatones de la necesidad de respetar las normas de circulación", dijo Arana, que recordó que Donostia apuesta por ser ciudad 30, una medida que entrará en vigor el 11 de mayo, con una batería de cambios que serán dados a conocer próximamente, según avanzó.

El balance de siniestralidad en Donostia experimentó también un mayor número de heridos el pasado año, a pesar de la bajada de siniestros. En concreto, los accidentes sin lesionados fueron el 47% del total, mientras que los que tuvieron heridos ascendieron al 53%. En total fueron 800 heridos mientras que en 2019 fueron 779. Del total anotado, 54 personas resultaron lesionadas de gravedad mientras que 744 lo fueron de forma leve.

Por otra parte, las víctimas mortales en accidentes de tráfico fueron el pasado año dos, la mitad que el año anterior. Una de ellas fue un motorista y la otra, un ertzaina que chocó contra la barandilla del río y cayó al agua con su vehículo. Su compañero pudo salvar la vida. El concejal de Seguridad señaló al respecto que la investigación "aún no está terminada, por lo que todo está bajo secreto de sumario".

Los 800 heridos se produjeron en un total de 719 accidentes. Más de la mitad de las víctimas estuvieron relacionadas con vehículos de dos ruedas: bicicletas y motocicletas. En concreto, 490 casos se relacionaron con este tipo de vehículos mientras que el resto corresponden a turismos y similares.

Además, de los 490 siniestros en los que participaron vehículos de dos ruedas, 358 correpondieron a accidentes donde estuvieron implicados motos y ciclomotores mientras que en 132 fueron bicicletas.