Dbus perdió casi doce millones de viajeros el año pasado, casi el 40% de los registrados en 2019. La bajada, consecuencia de la pandemia de coronavirus, era esperada, aunque fuentes de la compañía municipal de autobuses hacen hincapié en que el descenso es menor que en ciudades similares. En total, a lo largo de 2020, los autobuses municipales transportaron a 17.818.043 viajeros, según las cifras provisionales facilitadas por la compañía.

Dbus incide, de todas formas, en los datos de la recuperación de la demanda tras el confinamiento de primavera, que también son mejores que en otras ciudades. Tras las cifras extraordinariamente bajas de abril (10,2%) y mayo (25,6%), la tendencia, los días laborables, es claramente alcista desde junio hasta octubre, cuando se había recuperado ya el 71,5% de los usuarios registrados el mismo mes del año anterior.

Las nuevas limitaciones de noviembre también afectaron, en cambio, a los desplazamientos de los donostiarras y la demanda cayó siete puntos. En diciembre se recuperó en parte, con un 68,4% de los viajeros habituales. La media diaria de usuarios de lunes a viernes es de 57.314 viajeros, un 38,5% menos que los contabilizados en 2019.

Los datos de Dbus reflejan, asimismo, que la limitación del ocio, la suspensión de actividades festivas y el cierre temporal de la hostelería ha implicado un descenso más acusado de la movilidad urbana los fines de semana, que han perdido más del 45% de usuarios de media. En este caso, julio fue el mejor mes, con la demanda por encima del 60%, aunque desde entonces las cifras se han reducido hasta rondar el 50% registrado el mes de diciembre.

Por líneas

El descenso es generalizado, pero se ha dejado sentir más en unas líneas que en otras. La línea 32-Puio Errondo, la 19-Aiete-Bera Bera, la 13-Altza, la 45-Estaciones-Antiguo-Aiete y la 8-Gros-Intxaurrondo han perdido menos usuarios que la media, en torno al 35% de sus viajeros o menos (también el taxibús de Ulia).

Al otro lado de la moneda estarían los servicios 43-Anoeta-Igara, 21-Mutualidades-Anoeta, 16-Igeldo y 38-Trintxerpe-Altza-Molinao, con pérdidas superiores al 50%. Sin embargo, Dbus recuerda que estos datos no son completamente fiables, ya que ha habido líneas sin servicio o con menos frecuencias durante meses, lo que ha podido provocar el trasvase de usuarios a otras. Hasta septiembre no se recuperaron todos los servicios.

El descenso es mayor en las líneas nocturnas, de casi el 70% con respecto a 2019, aunque hay que tener en cuenta que desde marzo han estado inactivas o con una oferta muy reducida (en verano).

Pérdidas

La pérdida de usuarios generará un déficit mayor del esperado en las cuentas de Dbus, aunque la compañía municipal de autobuses incide en que esa pérdida (la derivada directamente de la pandemia) será compensada en los Presupuestos Generales del Estado con una ayuda extraordinaria. Eso significa que aunque el Ayuntamiento de Donostia tendrá que hacer una aportación mayor de la presupuestada para cubrir los gastos de Dbus, recibirá financiación del Estado para ese concepto.