- Las huertas públicas del camino de Marrus, en Altza, abrirán de nuevo mañana lunes, tras haber permanecido cerradas para sus adjudicatarios desde hace mes y medio, con motivo del COVID-19, al igual que los parques históricos de la capital guipuzcoana. En cada una de las 83 parcelas, solo podrá estar una persona, con el fin de garantizar que se puedan cumplir las distancias de seguridad. Hasta el momento, a estas huertas públicas recreativas solo se ha podido acudir con el exclusivo fin de recoger la cosecha y que no se perdiera, pero no a plantar.

El Ayuntamiento recordó que, aunque se permite desde mañana la entrada al lugar, los usuarios, al igual que en el resto de las actividades en espacios públicos, tienen un riesgo de contagio, que deberá ser minimizado con medidas protectoras de carácter personal. En especial, el Consistorio recuerda que compartir las herramientas añade un riesgo considerable, por lo que se deberán cumplir las normas preventivas aconsejadas, como limpiarse a menudo y adecuadamente las manos, tanto antes de iniciar el trabajo como al terminarlo, y mantener siempre la distancia de dos metros de separación entre las personas, tanto en la huerta, como en los accesos y en la chabola. Además, solo se permitirá la presencia de una persona por huerta, para asegurar más fácilmente los dos metros de distancia de seguridad.

Por otra parte, será obligatorio para los hortelanos el uso de guantes en todo el recinto y el de mascarillas en la caseta. En el resto del terreno, el uso de mascarilla está recomendado. Además, cada persona debe desinfectar, previamente y posteriormente a su uso, cualquier elemento común que vaya a tocar (puertas, candados, carretillas, azadas, regaderas, fuentes...) al menos en las partes de contacto, como asas, mango, candado y manillas.

Otra de las condiciones señaladas por el Ayuntamiento es que no se permite el cambio ni almacenaje de ropa en la caseta. En cualquier momento, en función del comportamiento de las personas y la evolución de la situación, se podrán modificar estas medidas, advirtió el Consistorio.

Las primeras huertas ciudadanas que puso en marcha el Ayuntamiento en el camino de Marrus, en Altza, se abrieron en el año 2013. Un millar de personas se apuntaron, por lo que hubo que llevar a cabo un sorteo entre los aspirantes, divididos por grupos de edad.

Más adelante, se puso en marcha una segunda fase de huertas, que fueron clausuradas en el año 2017, después de que se apreciara en ellas la existencia de fibras de amianto.

Las huertas públicas tienen como objetivo el ocio y el autoconsumo, pero no están destinadas a la comercialización de los productos. Con este fin, el Consistorio puso en marcha otra iniciativa, también en el barrio de Altza, aunque no ha contado con muchos interesados.

De hecho, a finales del pasado año, un único emprendedor se había apuntado al programa, que se bautizó como Urban Lur, y que pretendía fomentar la agricultura como puesto de trabajo.

Será obligatorio el uso de guantes en todo el recinto y de mascarillas en la caseta, donde no se podrá almacenar ropa de trabajo