La festividad de San Sebastián, además de tambores y barriles, requiere de otro componente insustituible: la comida. La cena de la Víspera es ya una institución y en la comida del 20, quien tenga el cuerpo en condiciones, echa el resto.
Encontrar una mesa la noche del 19, más si la cuadrilla que la busca es grande, es un trabajo complicado. Por eso, en muchos restaurantes las reservas casi se cierran de un año para otro.
Es el caso del Artikutza, en El Antiguo, un barrio que vive el Día de San Sebastián con entusiasmo. Desde hace seis meses tienen ya lleno el comedor.
La confianza en su buen hacer es ciega ya que, aseguran sus responsables, la clientela ni tan siquiera ha pedido el menú. La buena experiencia previa es el mejor aval.
El menú de este año, a 58 euros, es el que sigue: entremeses variados (jamón y chorizo ibéricos, langostinos cocidos y patés varios), ensalada de txangurro La Donostiarra con vinagreta de huevas de salmón, sorbete de limón al cava, solomillo a la plancha con guarnición, tarta de hojaldre y café. Para mojar la garganta, vinos y agua.
En el mismo barrio se sitúa el Duit, restaurante al que le ha ocurrido algo similar al anterior, la clientela del año pasado repite en su mayoría y desde noviembre no queda ni un hueco.
Ese mes su responsable, Isabel, remitió a los clientes del pasado año un mensaje recordatorio con el menú, y la respuesta fue tan buena que quedaron pocas mesas por completar. “No tenemos sitio y sigue viniendo gente”, explica.
Darán cien cenas consistentes en foie, jamón, gambones a la plancha, sopa de pescado, bacalao al pil pil, solomillo y torrijas. El precio también es de 58 euros.
El kit típico de tamborrada es, asimismo, un plato más del menú.
También en casa
Quienes se quedan en casa han tenido estos días dónde elegir, ya que los mostradores de carnicerías y pescaderías han presentado en las jornadas previas un aspecto similar al de las navidades.
Solomillo, cordero y cochinillo, a quienes les gusta la carne, y lubina, muy de temporada, rape y merluza, quien prefiere el pescado. En marisco, mucho donde elegir.
Algo que no se deja ver apenas son las angulas. No están en los puestos y en pocos, muy pocos, las traen de encargo, porque el precio es prohibitivo.
Queda otra opción muy demandada para cenar y no es otra que acudir a una sociedad. En Sansustene, que se encarga de izar la bandera en el barrio de El Antiguo. el menú de la cena consistirá en: tabla de ibéricos, txangurro gratinado, crema de marisco, lomos de merluza en salsa verde con langostinos y almejas, solomillo a la plancha con guarnición y pantxineta con helado de turrón y chocolate caliente.
En Gizartea, que este año se estrena como tamborrada mixta, se celebra por todo lo alto la comida del día 20, ya que desfila por la tarde en las calles del Centro.
En este caso el menú elegido se compone de jamón 100% ibérico recién cortado a cuchillo, en el día y en la propia sociedad; sopa de pescado al estilo de Inés (la cocinera), rape en salsa verde con bien de perejil, solomillo de vacuno con pimientos del piquillo, tarta Gorbea de Pastelería Izar y sorbete de limón al cava.
Llenar bien el estómago es importante ante una noche que acostumbra ser larga y un día con poco descanso.