arteles que ilustran las fiestas del Corpus, el Carnaval y la Navidad, logotipos, catálogos para empresas y centros educativos, sellos y postales, diseños para camisetas e, incluso, envases de leche... llevan la firma de Jabier Erostarbe. Este oñatiarra ha hecho del grafismo su medio de expresión artística; una profesión en la que atesora 25 años de andadura que quiere compartir con el público. Desde su estudio enclavado en el bajo del número 10B del barrio de San Lorentzo, el laboratorio donde brotan sus ideas y creaciones, acerca a partir de mañana una selección de sus trabajos a kultur etxea. Una exposición que refleja el particular dominio del lenguaje visual de este diseñador gráfico e ilustrador. La muestra podrá visitarse hasta el 31 de octubre, de lunes a domingo de 18.30 a 20.30 horas.

Erostarbe apuntaba maneras desde niño. Era feliz con un lápiz en la mano, así que a nadie de su entorno le cogió por sorpresa que estudiara Bellas Artes. Y aunque cursó la especialidad de pintura, bajo la batuta del bergarés Jesús Mari Lazkano, le entusiasmaba el mundo del diseño gráfico donde dio sus primeros pasos como freelance y también en una agencia de publicidad. En 1995 decidió volar en solitario y montó su propio estudio en el que ha ido forjando una experiencia que ya alcanza el cuarto de siglo.

Cartelería, folletos, flyers, packaging.... son algunos de los productos a los que este artista gráfico impregna su sello personal. Erostarbe se mueve en el campo de la educación (tiene entre sus clientes a Mondragon Unibertsitatea y centros escolares del municipio), la industria (trabaja con el Grupo Ulma y desde hace más de 20 años es el autor de los diseños de las camisetas de Ternua y de ilustraciones de artículos de montaña como bastones de trekking y senderismo), y la cultura (carteles de fiestas, de la oferta turística municipal...).

Sus trabajos iniciales y, sobre todo, los más actuales guían el recorrido por una exposición en la que Erostarbe deja constancia de la pasión que destila por una profesión en la que crea y transmite mensajes a través de infinidad de imágenes. "A lo largo de estos años he hecho de todo; trabajos correctos, muy buenos y a veces he llegado a rozar con la yema de los dedos esos instantes de felicidad absoluta al terminar un proyecto. Si miro atrás me encuentro con trabajos que me gustaron en su momento, pero que ahora tendría que esconderlos debajo de la alfombra", cuenta sonriente este oñatiarra que reivindica el tiempo que se invierte en los procesos para llegar "al resultado final".

Tocar, sentir, pensar con las manos. "Llevaba muchos años pegado al ordenador y desde hace unos diez volví al dibujo manual", explica. De su puño y trazo a digitalizar las creaciones en la que se denota la influencia de su formación pictórica.

"Tengo un profundo sentimiento de agradecimiento hacia todos mis clientes, porque de todos he aprendido algo. Es imposible ser un buen diseñador si no tienes al lado un buen cliente", asevera Erostarbe. "Resistente ante la crisis de 2008 y años posteriores", este diseñador e ilustrador gráfico cumplió las bodas de plata profesionales en 2020. La pandemia le obligó a posponer a este año la muestra que abrirá mañana sus puertas.