l lugar donde vino al mundo Telesforo Monzon, la Torre Olaso, abrirá sus puertas al visitante a partir del 13 de marzo, gracias a la iniciativa que han promovido Olaso Dorrea Fundazioa y el Ayuntamiento de Bergara. Un programa de tres visitas guiadas mensuales es el fruto de esta colaboración conjunta que inicia su andadura al calor del 40º aniversario del fallecimiento (9 de marzo de 1981) del histórico político abertzale, escritor y euskaltzale bergarés, y que también ha alumbrado el premio Monzon-Ganuza saria.

“La intención de la Fundación Torre Olaso es dar a conocer su patrimonio, respondiendo, de este modo, al deseo de Telesforo Monzon”, manifestó ayer la presidenta de la entidad, Iratxe Esnaola. Por su parte, el alcalde, Gorka Artola, consideró “muy interesante” abrir la oferta de recursos turísticos del municipio. “Este proyecto va en consonancia con el propósito del Consistorio de impulsar el turismo y la cultura”, recalcó el primer edil.

Así, desde mediados de marzo en un mismo paquete habrá opción de visitar el museo Laboratorium y la Torre Olaso. Serán tres citas al mes, dos en euskera y una en castellano, de hora y media de duración cada una y en grupos de un máximo de doce personas. La inscripción se formalizará a través de la web laboratorium.eus.

La Torre Olaso se construyó en 1494, pero no fue hasta 1787 cuando el linaje Monzon Olaso echó raíces en este señorial edificio. Aquel año contrajeron matrimonio María Merced Olaso Abaria y Tadeo Luis Monzon. Este inmueble fue, además, testigo del nacimiento de la ilustración vasca. No en vano, el conde de Peñaflorida, Xabier María Munibe, promovió entre sus cuatro paredes la primera reunión de la Real Sociedad Bascongada de los Amigos del País en 1764. Doce años más tarde veía la luz el Real Seminario de Bergara. Aquel espíritu ilustrado del siglo XVIII, pero en su vertiente actual, sigue vivo en Olaso Dorrea, sede desde 2012 de la Academia de las Ciencias, las Artes y las Letras, Jakiunde.

A lo largo de su historia este emblemático edificio, cuna de importantes personalidades, fue arrebatado por los franquistas cuando un decreto del dictador llamó a la incautación de los bienes de las personas y partidos que se opusieron al alzamiento. Con la muerte de Franco se recuperaron estos bienes y en 1982 la Torre quedó en manos de Olaso Dorrea Fundazioa.