- Portar bolsas para recoger las heces de los perros; no dar de comer a gatos y palomas en la vía pública, ni dejar beber a las mascotas directamente de las fuentes de agua potable; identificar con una placa de color rojo a los canes que han recibido una denuncia y no usar correas extensibles. Estas son algunas de las obligaciones y prohibiciones que deben cumplirse después de la entrada en vigor, el pasado 21 de agosto, de la nueva ordenanza municipal reguladora de la tenencia y protección de animales. El proceso que el Consistorio de Aretxabaleta puso en marcha el pasado abril ha tenido como objetivo “marcar las pautas para mejorar la convivencia y el bienestar de las personas propietarias de animales, mascotas y el resto de la ciudadanía”, explicó la concejala Karmele Uribarri.

La adecuación a la realidad actual de la citada normativa se redondea con la publicación de un folleto dirigido a familiarizar a los dueños y dueñas de canes con las obligaciones y derechos que recoge la norma municipal. Se han editado un millar de ejemplares, de los que cerca de 600 se harán llegar a los hogares en los que viven perros, y los restantes se entregarán cuando se tramite un alta en el registro municipal.

La edición de este folleto se enmarca dentro de una campaña de sensibilización que, además de difundir el contenido de la norma local, se acompañará de un refuerzo de las tareas de vigilancia de la Policía Municipal para conseguir que no se obvie la ordenanza y no se reincida en comportamientos poco cívicos. “Esta campaña no va dirigida únicamente a los dueños de perros para que cumplan las exigencias más básicas, como la recogida de los excrementos de sus mascotas en una bolsa que deberán llevar consigo. Se trata, asimismo, de advertir sobre la prohibición de dar de comer a los gatos en la calle; hemos recibido quejas al respecto (se ha tramitado la primera sanción), y las multas por este tipo de infracción pueden oscilar entre los 60 y 600 euros”, detalló el agente de la Udaltzaingoa, Iban da Silva.

Por su parte, Uribarri precisó que las quejas e inquietudes trasladadas al Ayuntamiento, unidas a un incremento en el número de perros, motivaron el proceso para actualizar la ordenanza que se ha nutrido “de las aportaciones ciudadanas”. La edil jeltzale insistió, a su vez, en que las medidas adoptadas “en ningún caso van en contra de los propietarios y propietarias de animales de compañía”, sino que pretenden “mejorar la convivencia”.

Entre los cambios introducidos en la norma municipal se incluye el aumento de las cuantías de las infracciones leves con multas de entre 60 y 600 euros, y las graves, por las que se pagará desde 600 a 2.156 euros. En el paquete de las leves se incorporan la obligación de llevar bolsas para depositar las heces y la prohibición de alimentar a animales en la vía pública, entre otras ya incluidas como el abandonar las deyecciones en la calle.

Por otro lado, la nueva normativa determina el funcionamiento del área de esparcimiento canino que se proyecta en la zona de Txarapea.

No llevar una bolsa para depositar las heces del can o dar de comer a gatos en la vía pública puede ser sacionado con multas de 60 a 600 euros