comienzos del pasado mes de marzo, pocos días antes del inicio del confinamiento, el alcalde de Irun, José Antonio Santano, y la gerente de la Sociedad Pública de Vivienda de Irun (Irunvi), Idoia Yarza, anunciaron la aprobación, por parte del Consejo de Administración de Irunvi, del proyecto básico para la construcción de 42 viviendas de VPO en el ámbito de Alarde, en la parcela situada frente a la rotonda en la que convergen las avenidas Elizatxo y Euskal Herria.

La Junta Local de Gobierno de Irun dio la semana pasada un nuevo paso para la materialización del bloque de viviendas, al conceder a Irunvi la licencia para las obras de edificación. Por tanto, es previsible que la licitación del proyecto sea inminente y, según explicó Santano, desde el Consistorio se prevé que los trabajos en el terreno arranquen a principios de 2021 y, al tener el proyecto un plazo de ejecución de 24 meses, que finalicen en 2023.

El nuevo bloque constituirá el futuro número 3 de la avenida Elizatxo y de las 42 VPO, diez serán de una sola habitación, 28 contarán con dos habitaciones (de estos pisos dos estarán adaptados para personas con movilidad reducida) y las últimas cuatro viviendas tendrán tres habitaciones.

Estas 42 viviendas de protección pública serán las primeras en ofrecerse en régimen de alquiler desde Irunvi y supondrán un primer paso en la política de promoción de la vivienda pública en alquiler que el Gobierno local ha reiterado en múltiples ocasiones que pretende desarrollar.

El del ámbito de Alarde no es el único desarrollo urbanístico pendiente de materializarse en la ciudad bidasotarra actualmente. En San Miguel-Anaka está prevista la construcción de en torno a 1.175 viviendas, de las que 887 serán de protección pública, así como de instalaciones deportivas, como un campo de fútbol de hierba artificial.

No obstante, antes de que comiencen las obras en la zona, deberá finalizar la descontaminación de los suelos del área. Las excavaciones en el terreno comenzaron el pasado mes de marzo y, a día de hoy, el Ayuntamiento de Irun se encuentra a la espera de que el Gobierno Vasco confirme que la calidad de los suelos es la indicada para que pueda comenzar a desarrollarse el proyecto de urbanización. Según Santano, si dicha confirmación llegase entre octubre y noviembre el Ayuntamiento estaría en condiciones de tener el proyecto de urbanización listo antes del final del año.

En cualquier caso, cuando los trabajos lleguen al terreno, se comenzará a actuar en San Miguel-Anaka desde la zona más cercana a la calle San Sebastián, en una primera fase que transformará dicha calle en "un gran boulevard", en palabras del alcalde, y que trasladará al subsuelo un vial colector que actualmente atraviesa la zona en la superficie.