El cementerio menos accesible de Gipuzkoa
El cementerio de Legazpi se construyó en una ladera y tiene seis alturas y más de 70 escalones
El cementerio de Legazpi es muy bonito. Está construido en una ladera del monte, junto al casco urbano, y se ve desde todas partes. Forma parte del paisaje cotidiano de los legazpiarras. El cementerio se ve desde todas partes y, por lo tanto, el pueblo se ve de maravilla desde allí. Es una de las mejores atalayas. Hasta ahí las ventajas. Ahora vienen las desventajas. El cementerio de Legazpi es hijo de su tiempo. Está cerca del pueblo, pero no se tuvo en cuenta la accesibilidad: para llegar hasta allí hay que pasar un estrecho subterráneo, subir una empinada cuesta y, lo que es peor, subir escaleras.
Al construirse en una ladera tan escarpada, optaron por hacerlo en seis alturas. Hasta para acceder a la primera planta hay que subir escalones. Y para llegar a la cima hay que subir más de 70 escalones. Los familiares de los que son enterrados en la zona más alta del cementerio lo tienen complicado para llegar allí, pero les queda el consuelo de que sus seres queridos están muy cerca del cielo.
A estas alturas (nunca mejor dicho), alguno se estará acordando ya del pobre enterrador. Afortunadamente, no tiene que subir los ataúdes al hombro. Dispone de un elevador, sobre el que puede colocar el féretro.
El Ayuntamiento es consciente de este problema, por supuesto, y se ha puesto manos a la obra. En el presupuesto de 2026 se han reservado 41.000 euros para efectuar mejoras en el cementerio. Se prevé instalar elementos mecánicos. “En la época en la que se construyó el cementerio no había la sensibilidad de hoy en día. Es muy difícil solucionar el problema, pero poco a poco vamos a ir introduciendo mejoras”, ha dicho el alcalde, Eric Gálvez.