Irun se sitúa entre las localidades de Euskadi en las que más ha crecido la delincuencia
El municipio ha registrado un incremento de delitos superior a la media de Gipuzkoa, y la alcaldesa, Cristina Laborda, ha solicitado un refuerzo de la presencia de la Ertzaintza en la ciudad
Según los últimos datos del Gobierno Vasco, Irun se encuentra entre las localidades de Euskadi en las que los delitos han experimentado un mayor incremento entre enero y septiembre de este año. En este contexto, la alcaldesa, Cristina Laborda, ha expresado esta mañana su preocupación por unas cifras que sitúan a la ciudad fronteriza por encima de la media de Gipuzkoa en el aumento de infracciones penales.
“El incremento, de casi cuatro puntos, se debe principalmente al aumento de los delitos contra el patrimonio, robos con fuerza y hurtos”, ha señalado la primera edil. Pese a que algunos tipos de infracciones se reducen, Laborda reconoce que “el dato general no es bueno” y que es consciente “de la realidad que existe detrás de esos números”.
Ante esta situación, la alcaldesa ha anunciado que ha trasladado su inquietud al consejero vasco de Seguridad, Bingen Zupiria, a quien ha solicitado un refuerzo de la presencia de la Ertzaintza en la ciudad. “Nuestra condición de ciudad fronteriza con Francia añade complejidad a la situación y hace que el número de personas presentes en Irun supere con frecuencia al de sus propios habitantes”, ha afirmado. Por ello, ha reclamado “más efectivos” y “medidas acordes a los datos objetivos de delincuencia”.
Un Plan Estratégico de Seguridad
Por otro lado, Laborda ha recordado que Irun cuenta desde 2022 con un Pacto Local por la Seguridad y la Convivencia, reforzado este año con nuevas medidas, y que el Consistorio ha aprobado un incremento en la plantilla de la Policía Local, con la incorporación de quince nuevos agentes hasta 2027, con la creación de ocho nuevas plazas este mismo año.
Además, ha avanzado que el Ayuntamiento trabaja ya en un Plan Estratégico de Seguridad y Convivencia que permitirá definir una hoja de ruta “basada en un diagnóstico actualizado” y orientada a “tomar decisiones eficaces y acordes a las necesidades reales de la ciudad”.