El Haurren Eguna, uno de los eventos más coloristas del calendario festivo de Oñati, celebrará este domingo su 53ª edición, que será histórica por una importante novedad: por primera vez, un grupo mixto de dantzaris txikis de Oñatz Dantza Taldea lucirá un vestuario sin distinción de género, reforzando así el compromiso de la agrupación oñatiarra con la igualdad. Además, la cita será multitudinaria, con la participación de más de 700 niños y niñas, músicos, acompañantes y responsables de la organización de una de las concentraciones con más tirón de la agenda festiva de las euskal dantzak.
La nueva vestimenta igualitaria para niños y niñas es fruto del proceso iniciado hace casi una década por Oñatz, que supuso un hito en 2018, cuando las mujeres se sumaron a las Korpus Dantzak, marcando un avance decisivo en la senda hacia la paridad, una apuesta que, sin embargo, no se detuvo ahí. Por ello, además de continuar trabajando esta perspectiva en los grupos de personas adultas, el objetivo ha sido también trasladar esa misma mirada a quienes representan el futuro: las nuevas generaciones de dantzaris.
En el grupo infantil, los niños y niñas que se inician en las euskal dantzak lo hacen sin separación por género, a diferencia de lo que ocurría años atrás. Esta dinámica ha supuesto un cambio significativo en la organización interna y responde al proceso hacia la igualdad que se impulsa desde Oñatz. En coherencia con ese camino, la agrupación oñatiarra consideró necesario adaptar el vestuario, diseñando un traje sin marcas de sexo.
Un diseño que respeta la tradición e incorpora la identidad del grupo
La nueva vestimenta parte de una base muy presente en numerosas danzas tradicionales vascas: el color blanco como elemento principal, acompañado por detalles en rojo. A lo largo del proceso de creación se tomaron como referencia distintos modelos existentes en el panorama de las euskal dantzak, un ámbito rico en propuestas del que aprender y nutrirse.
A partir de ahí, Oñatz incorporó un elemento distintivo propio: la 'falda' que caracteriza a las Korpus Dantzak, que en este caso se ha adaptado en color blanco y con complementos rojos. De este modo, y tomando como inspiración la estructura clásica de los ezpata-dantzaris de Gipuzkoa, se ha diseñado una indumentaria que conjuga tradición e identidad local. “Un traje que no olvida nuestra historia”, como señalan desde Oñatz, pero que, al mismo tiempo, incorpora “frescura, actualidad” y el carácter propio del grupo.
Una gran fiesta
La puesta de largo tendrá lugar mañana en un ambiente festivo y participativo. La gran fiesta de dantzaris txikis, que lleva el sello de Oñatz, recibirá a once agrupaciones llegadas desde diferentes puntos de Euskal Herria: Urretxu (Lurra), Antzuola (Oinarin), Lizarra (Ibai Ega), Arrasate (Lore Gazteak y Txikitxu-Arrostaitz), Portugalete (Berriztasuna), Zarautz (Jalgi), Gernika (Elaia Alai), Zumarraga (Irrintzi), Soraluze (Urratz) y Aretxabaleta (Leizarra).
El programa arrancará con la diana a cargo de la banda de txistularis Aita Madina, seguida de la recepción de los grupos y un hamaiketako en la plaza Irunberri. A las 11.45 tendrá lugar el saludo del alkate txiki, rol que este año desempeñará Aimar Mendizabal. Tras la habitual kalejira, el acto central será el alarde de la tarde (17.15), que dará paso a la animación de gigantes y cabezudos (desde las 18.30).