En Eibar armas y bicicletas y en Zumarraga, cestas y peines
Han derribado los pabellones que acogieron la prestigiosa fábrica de peines Badi
La industria eibarresa se hizo famosa primero por las armas y después por las bicicletas y en Zumarraga la primera industria fue la relacionada con la cestería. Después llegó la siderurgia, pero otro producto fabricado en la localidad de Urola Garaia también alcanzó gran notoriedad: los peines de la empresa Badi. Esta empresa cerró sus puertas hace algunas décadas, pero los pabellones seguían en pie. Se han derribado recientemente, para seguir con la regeneración de Kalebarren.
A mediados del siglo pasado, todo el mundo tenía un peine de Zumarraga. Los peines de la marca Badi (Badiola Hermanos) se vendían en todos los rincones de España y e incluso se exportaban a Venezuela. De hecho, los dos grandes almacenes de la época, El Corte Inglés y Galerías Preciados, vendían estos peines. Badiola Hermanos producía miles de ellos. De todos los tamaños, colores y modelos.
Empresa fundada en 1914
La empresa Badiola Hermanos se fundó en 1914. Los hermanos Fructuoso e Ignacio Badiola se dedicaban a hacer rejillas de mimbre. Acabaron sustituyendo el mimbre por el junco. Tal y como se ha indicado, en aquella época en Zumarraga eran muchas las empresas que trabajaban con estos materiales. Las butacas de mimbre fabricadas en Zumarraga llegaron a Barcelona y París.
En el caso de los Badiola, fueron los hijos de Fructuoso los que siguieron con el negocio: Ramón, Angel, Gregorio, Nicolás, Romana, Hilario, Juan José y Lázaro. El padre les hizo socios a todos. Uno de sus mejores clientes fue el Metro de Madrid, pues en aquella época los asientos de los trenes eran de junco. También hicieron las rejillas de los asientos del tranvía de Zaragoza.
Con el estallido de la guerra de 1936 y la Segunda Guerra Mundial, el junco comenzó a escasear. Fue entonces cuando cogieron el testigo a Artiz: esta empresa había dejado de fabricar peines y los Badiola hicieron que en Zumarraga se siguiera produciendo este artículo tan necesario.
Artiz producía peines de madera y los Badiola, en un principio, utilizaron astas de animales. Más tarde, empezaron a trabajar con el celuloide. Con estos dos materiales, el trabajo era muy artesano. Después trajeron una máquina de inyección, que trabajaba con polímeros de plástico. La empresa llegó a contar con 113 trabajadores, a finales de los años 60.
Los peines de la marca Badi se vendían en todo el territorio del Estado español y en Venezuela. Hermanos Badiola tenía un catálogo muy amplio: peines de navaja, peines con los colores de la Real y del Athletic, peines para liendres... Los peines de mayor calidad se comercializaban con la marca Badi y los más corrientes con la marca Bambú.
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Hermanos Badiola anunciaba sus peines en la prensa. Para ello, utilizaba eslogan propios de aquella época. Por ejemplo, Para belleza y lozanía, peine Badi cada día. Y casi todos los peines iban con un mensaje: Nunca olvide en su bolsillo un peine Badi, Péinese bien con el peine Badi, Señora, solicite siempre el peine Badi...
Pero los peines dejaron de utilizarse tanto y el sistema de fabricación de los Badi era muy caro, por lo que la empresa Hermanos Badiola dejó de fabricar peines. La marca la compró una empresa familiar de Madrid.