¿Por qué está prohibido bañarse otra vez en la ría de Zumaia? Eguzki responde: los últimos análisis microbiológicos realizados por el Departamento de Salud han detectado contaminación de origen fecal en el agua. No se trata de vertidos industriales, sino urbanos. En pocas palabras: son aguas fecales.
Oikia lleva 15 años esperando a ser conectado a la red de saneamiento
Y el foco principal de esa contaminación está claramente identificado: el vertido de Oikia. Eguzki recuerda que es un núcleo rural que lleva quince años esperando a ser conectado a la red de saneamiento. "Una espera demasiado larga para un problema tan grave".
La Agencia Vasca del Agua (Ura) ha confirmado que si se llevaran a cabo las obras de saneamiento pendientes en Oikia, el estado ecológico del río Urola aguas abajo mejoraría "significativamente", y con ello, también la calidad de las aguas de baño.
En 2010 se redactó el proyecto
Pero el proyecto acumula quince años de retraso. Formaba parte del Acuerdo Marco firmado en 2007 para mejorar el saneamiento en Gipuzkoa. En 2010 incluso se redactó un proyecto, pero el Gobierno Vasco, que había prometido asumir el 100% del coste, incumplió el acuerdo. Según Eguzki, en 2019 se recuperó el plan, con la promesa de comenzar obras en 2021, pero el proyecto estaba ya "desfasado". En lugar de iniciar los trabajos, se licitó un nuevo plan en 2022... "y hasta hoy, las obras siguen sin comenzar".
Eguzki también denuncia la falta de implicación del Ayuntamiento de Zumaia, al no actuar con suficiente diligencia en la limpieza del cauce del Urola. En mayo señalaron la presencia de residuos peligrosos de Uralita, que permanecieron casi un año sin retirarse, pese a la notificación de Ura. Sólo tras la denuncia pública de Eguzki se procedió a su retirada.
Presupuesto de 5,4 millones de euros con un plazo de ejecución de once meses
Eguzki lo tiene claro: tanto el Ayuntamiento como el Gobierno Vasco tienen "responsabilidades pendientes en la gestión del río y en la salud de sus aguas". El caso de Oikia es, según afirman, uno de los ejemplos más evidentes.
El proyecto técnico de 2022 prevé canalizar las aguas residuales de Oikia y el polígono de Xey a la depuradora de Basusta y también contempla la posibilidad futura de conectar las aguas de Aizarnazabal, que actualmente también se vierten sin tratamiento. El presupuesto es de 5,4 millones de euros, con un plazo de ejecución de once meses. Pero, según Eguzki, mientras las obras no se materialicen, "bañarse en la ría seguirá siendo un riesgo... y una prohibición".
Prohibición hasta el 27 de julio, mínimo
El Departamento de Salud del Gobierno Vasco ha prohibió temporalmente el baño en la ría de Zumaia, tras detectar niveles de contaminación microbiológica superiores a los permitidos por la normativa vigente.
Según los análisis realizados por el Departamento de Salud, el agua no cumplía puntualmente con los criterios de calidad microbiológica establecidos. En consecuencia, siguiendo con los protocolos sanitarios, quedó prohibido el baño y cualquier otra actividad recreativa hasta que se confirme la mejora de su calidad.
La próxima muestra se recogerá el 27 de julio (domingo de esta semana). Hasta entonces, y como mínimo hasta el 27, se mantendrá la prohibición. Sólo después de conocerse los resultados se podrá valorar si el agua vuelve a ser apta para el baño.