“Los Juegos Olímpicos son algo impresionante: la competición, la ciudad olímpica, la inauguración...”
Susana Fraile, exjugadora de balonmano, participó en los Juegos Olímpicos de Atenas
Fraile participó con la selección española de balonmano en los Juegos Olímpicos que se celebraron en Atenas, en el año 2004. La jugadora zumarragarra desarrolló su carrera profesional en el Elda, con el que ganó cuatro Ligas.
Su hermana Itsaso también jugó a balonmano. ¿Empezó siguiendo sus pasos?
Así es. Empecé en 5º de EGB, en el colegio Zelai Arizti. También probé el baloncesto, pero el balonmano me gustó más.
¿Cuánto tiempo pasó en el Urola?
Unos tres años. Si no me equivoco, siendo cadete de segundo año fui a una concentración que hizo la Federación Española en Fadura. Después, jugué en el Arrate. De allí, fui a Elda.
¿Qué recuerdos guarda de los años que jugó en Zumarraga?
Fue una experiencia muy bonita la que viví primero en el colegio y después en el Urola. La cuadrilla se formó en el colegio. Y en el Urola conseguimos pasar de nivel territorial a autonómico. Fue en Zumarraga donde surgió mi pasión por el balonmano.
¿Durante cuántos años jugó en Elda?
Durante unos diez años. Algunas de las jugadoras de mi época desarrollamos toda nuestra carrera profesional en Elda. Participamos en todos los títulos que consiguió el club. Éramos tres o cuatro los equipos que luchábamos por los títulos: Osito, Ferrobus, Itxako y nosotras. En aquellos años, la Liga tenía un nivel bastante alto.
¿Qué títulos logró?
Cuatro Ligas, dos Copas y dos Supercopas. Además, fuimos subcampeonas de la copa EHF.
¿Cómo se describiría como jugadora?
Jugaba de lateral derecho. En ese puesto hay que hacer lanzamientos exteriores y considero que tenía un buen lanzamiento. Además, creo que era una jugadora creativa. Me gustaba interpretar el juego y no defendía mal.
¿Esperaba ir a los Juegos Olímpicos?
El objetivo de todo deportista es participar en los Juegos Olímpicos, pero no lo veía muy factible. Fue una sorpresa, pues la selección femenina nunca se había clasificado a los Juegos Olímpicos. Fuimos las primeras. En 1992 participaron en los Juegos de Barcelona, pero fue porque los Juegos los organizó España.
¿Cómo fueron los días que pasó en Atenas?
Todo era nuevo para mí. Los Juegos son algo impresionante. Es un evento gigantesco. La competición, la ciudad olímpica, la inauguración, el comedor gigante… Estaba asombrada, pero no podía olvidar a qué había ido allí: a competir. Participar en los Juegos Olímpicos es una experiencia maravillosa. Inolvidable.
¿Se encontró con algún deportista famoso?
En nuestro mismo edificio se alojaban las chicas del equipo de gimnasia rítmica. El equipo de baloncesto de España, Pau Gasol y compañía, también estaba cerca. Cuando salía a pasear veía a deportistas de todas las modalidades.
Dejó el balonmano en 2008. ¿Cuál fue el motivo?
Siendo muy joven tuve una lesión de rodilla. Seguí jugando, pero para el final la lesión no me permitía dar mi nivel. Varias jugadoras del Elda dejamos el balonmano el mismo año. Teníamos seguidores muy fieles y nos organizaron una despedida muy bonita.
¿Sigue viviendo en Elda?
No, vivo en Torrevieja. Tras dejar el balonmano empecé a ejercer de entrenadora y hoy en día trabajo en las instalaciones deportivas de Torrevieja.
¿Qué le ha dado el balonmano?
Lo que soy hoy en día es fruto de lo vivido en el mundo del balonmano. Jugué a balonmano durante muchos años y viví buenos y malos momentos. Soy el resultado de todo eso. Por otro lado, el balonmano me ha dado valores: el respeto, la amistad, la empatía… Todo eso es lo mejor que me ha dado el balonmano. Además, viví experiencias de alto nivel. No volveré a sentir aquellas sensaciones.
En los Juegos de este año va a participar otro jugador de la cantera del Urola: Imanol Garciandia.
¡No lo sabía! ¡Me dejas rota! ¡No me voy a perder un solo partido! Se ve que en el pueblo tenemos buenos genes para el balonmano. Iker Serrano también ha completado una trayectoria muy buena.
¿Qué les diría a los jóvenes que están luchando para ir algún día a los Juegos Olímpicos?
Que trabajen duro. Eso da tranquilidad. La tranquilidad de saber que lo has dado todo. Si después de eso consigues un premio, mejor. Y cuando se trabaja bien, casi siempre llega la recompensa. Por otro lado, les recomiendo que disfruten. En el deporte de alto nivel se sufre mucho y hay que saber disfrutar de ese sufrimiento.