El rico legado arqueológico que atesora la comarca de Debabarrena se encara a una nueva campaña de excavaciones coincidiendo con la llegada de la época estival. Una de ellas tendrá como escenario la cueva de Agarre, en Mendaro, mientras que la otra se llevará a cabo en la estación megalítica Elosua-Plazentzia, más en concreto en el dolmen radicado en la ladera de Atxolin.

Descubrimiento

Un grupo de arqueólogos liderado por Álvaro Arrizabalaga será el encargado de dar continuidad a unas excavaciones en la cueva de Agarre que ya han dado sustanciales frutos desde su descubrimiento en 1966. En ella se han localizado diferentes piezas, entre las que destacan, por un lado, un colgante grabado sobre el asta de un cérvido y, por el otro, diferentes puntos coloreados en rojo en una de la paredes de las galerías con las que cuenta la cueva que parecen representar la espalda de un animal y que pueden tener una antigüedad comprendida entre los 18.000 y los 25.000 años.

Atxolin en el fondo de la foto . Jabi León

La cueva de Agarre se ubica en Mendaro, en concreto a poco metros de la margen derecha del río Kilimon en su zona alta. El material recogido en las excavaciones de las que ha sido objeto ha permitido establecer un calendario que abarca desde los 18.000 y los 25.000 años, en el que se sitúa el momento en el que alguno de los pobladores de lo que hoy conocemos como Mendaro recreó de manera rudimentaria en una de las paredes de la cueva lo que parece la espalda de un animal utilizando puntos, hasta las cerámicas de la Edad de Bronce (3.000-5.000 años) localizadas por Juan María Apellaniz en las prospecciones que se llevaron a cabo el mismo año en el que la cueva de Agarre fue descubierta.

Todos estos datos y otros muchos más están siendo el hilo conductor de un programa de visitas guiadas programado por la UPV, el colectivo Suharri y el Ayuntamiento de Mendaro con el fin de dar a conocer al conjunto de la ciudadanía parte de un patrimonio del que esta localidad de Debabarrena puede estar orgullosa. De hecho, Agarre no es el único ejemplo de este tipo que podemos encontrar en Mendaro.

Aitzbeltz, Aizkoltxo y otras muchas cuevas más pendientes aún de ser estudiadas en profundidad, son muestra de un potencial que cobra todo su valor si esta valoración se hace extensiva a otras localidades de la comarca o al cercano valle del Urola. Tanto la cuenca del Deba como la comarca de Urola Erdia están plagadas de cuevas, lo que da pie a la esperanza de nuevos hallazgos en futuras excavaciones.

Dolmen de Atxolin

Otro de los puntos de referencia de estos estudios arqueológicos a lo largo del verano está en la estación megalítica de Elosua-Plazentzia. Este enclave será el escenario de unas labores de excavación en el dolmen de Atxolin a cargo de un equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi encabezado por el arqueólogo Jesús Tapia a lo largo del mes de junio. Desde la Sociedad de Ciencias Aranzadi se ha hecho un llamamiento a todos aquellos que quieran sumarse a estas excavaciones para que se animen a participar como voluntarios contactando con el teléfono 676 490 143 o con la dirección de correo electrónico jtapia@aranzadi.eus.