Cuando eran pequeños, los hermanos arrasatearras Dani y Ariana Nespereira jugaban a improvisar e idear sus propios espectáculos. Emulaban, incluso, a la periodista Gloria Serra abordando un caso de actualidad al más puro estilo del programa Equipo de investigación. Apuntaban maneras, sin duda.
Zihara Etxeberria no se quedaba atrás. Esta aramaioarra ha sido el perejil de todas las salsas en las comidas familiares. “Solía hacer teatro y me disfrazaba”, cuenta mientras dibuja una simpática sonrisa en su rostro. Talento, creatividad e imaginación por partida triple. Cada una con sus particularidades pero magníficamente empastadas, que han dado como fruto, hasta la fecha, cuatro cortometrajes; los dos últimos bajo el sello de Peryferyka, la productora audiovisual que estos adolescentes de 17 (Dani y Zihara) y 15 (Ariana) años fundaron en 2023.
Los caminos de Zihara y Ariana se cruzaron hace unos años en Doke Antzerki Eskola. Ambas sentían atracción por la interpretación y decidieron ponerse a prueba. No tardaron en darse cuenta de que también tenían otras inquietudes en común: experimentar el mundo de la creación audiovisual; ponerse delante de una cámara y actuar. Para embarcarse en esta aventura les faltaba una tercera pieza, y la más joven del grupo lo tuvo claro: su hermano Dani, que para entonces ya coqueteaba con las grabaciones y montajes. Los tres se subieron al mismo tren y dieron a luz al primer corto, Erbestean, producido de forma muy casera. “Con los pocos medios que teníamos; el móvil, unos focos que nos dejaron y una luz de jardín que yo había comprado. Nos encerramos en casa y en un día lo tuvimos listo”, recuerda Dani, que afronta el último curso de Bachillerato Artístico.
Formación
Los tres capitanearon todas las fases esenciales en un proyecto cinematográfico. Y el resultado “superó nuestras expectativas”, aseguran. En enero del año pasado presentaron este primer trabajo en las redes sociales, y poco después llegó el segundo retoño, Post Mortem, y el tercero, El color del engaño. Fue al alumbrar este último cuando se animaron a montar una productora que bautizaron como Peryferyka (la bergararra Nagore Osa es la cuarta integrante). “Es un nombre inventado, con una visión artística y abstracta a la vez. La letra k le da un toque diferente. Me vino a la cabeza y lo propuse”, explica Dani, que se declara un consumidor nato de cine.
No tienen ataduras. De momento es un hobby que les apasiona. “Somos libres a la hora de crear; los objetivos nos los ponemos nosotros mismos. La idea más loca que se nos ocurre la llevamos al extremo”, precisan sobre una experiencia que está resultando ser un “tremendo aprendizaje”, que cultivan de manera autodidacta.
Erbestean
Sus trabajos beben de muchos géneros. “Erbestean es más parecido a un documental; El color del engaño es muy almodovariano y Larramendi (lo presentaron el pasado mes) es más costumbrista y rural”, detallan.
Los papeles los tienen bien definidos. Zihara y Ariana actúan y escriben los guiones; la primera en euskera y la segunda en castellano; y Dani asume la dirección y el montaje (también cose prendas para el vestuario).
Con los pies en la tierra. Son conscientes de que abrirse un hueco en el sector audiovisual y cinematográfico no es tarea fácil. “Ser actriz es complicado; hay que tener otro plan”, sostiene Ariana. Zihara, por ejemplo, está estudiando Psicología en Donostia y continúa formándose en interpretación en la academia Binahi. “No me pongo una meta concreta con Peryferyka. Voy sobre la marcha y me siento satisfecha con lo que estamos logrando”, añade la aramaioarra.
Ante el público
Es una afición pero, al mismo tiempo, “cada vez intentamos ser más profesionales”, insisten. Esfuerzo, ilusión y tesón son las claves que impregnan sus cortos. Con Larramendi han dado un gran salto. Contaron con algunas ayudas económicas, más y mejores medios técnicos, y reforzaron el equipo con un total de once personas, entre ellas la madre de Dani y Ariane, Henar Rojo, que es peluquera y está al frente de la caracterización de los personajes. “Nos estrenamos rodando en exteriores. Con una cámara y no con un móvil como hace un año (sonríen), y en una jornada maratoniana, de 6.00 a 21.00 horas, junto a un árbol, protagonista del cortometraje, que localizamos entre los parajes de Alabita y Mugarriluze. Los interiores se grabaron en el local de Doke, en Arrasate, y los planos recurso con un dron en Udala”, exponen.
La puesta de largo tuvo lugar en marzo en el Amaia antzokia. Por primera vez se enfrentaron al público en directo, y el feedback que recibieron fue “brutal”. “La gente se acercó a felicitarnos; nos dijeron que nuestro trabajo les había gustado, que les había hecho sentir y a algunos llorar de emoción. Les sorprendió, sobre todo, lo jóvenes que somos”, comentan. A Dani, además, le asombró “lo bien que se veía y escuchaba el corto en la gran pantalla, porque el sonido era una de nuestras asignaturas pendientes. Hasta ese momento solo lo había visionado en el ordenador y reconozco que el Amaia me imponía”. Ese día compartieron escenario con el cineasta arrasatearra Iban del Campo, que les ha dado consejos y animado a “seguir adelante”. Al igual que la actriz Mariasun Pagoaga, que ha participado en El color del engaño y Larramendi.
Tienen en mente presentarse a festivales y concursos, y les gustaría mover sus proyectos por distintas salas. Los cortos los hacen como rosquillas. De hecho ya barruntan otros dos títulos, que comenzarán a grabar “de cara a junio-julio”. Ariana vertebrará la historia que versará sobre las relaciones de dependencia emocional de las y los adolescentes. “Tendrá un formato más íntimo, volviendo a nuestras raíces”, concretan. Y Zihara enhebrará el argumento de una cinta de la que, por ahora, tienen pensada la parte estética. “Seguramente rodaremos en Donostia, con la perspectiva de observar el entorno y jugar con la cámara”, avanzan.
Con ingenio, con un toque muy personal y fresco Peryferyka no se despega de la claqueta. Las producciones que llevan su firma están disponibles en su canal de Youtube.
