Una historia de sentimientos encontrados que recrea el amor de Luisa Fernanda; la vida tradicional de una aldea campesina vasca, la imaginaria Arrigorri, a principios del siglo XX; la finca segoviana, El Soto del Parral, que transporta al público a mediados del siglo XIX, con el matrimonio formado por Aurora y Germán como principales protagonistas… Las obras de los libretistas Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, y Luis Fernández de Sevilla y Anselmo C. Carreño, con música de Federico Moreno Torroba, Jesús Guridi, y Reveriano Soutullo y Juan Vert vuelven al escenario del Amaia antzokia. Después de tres ediciones, la zarzuela made in Arrasate regresa por la puerta grande con una selección de piezas que forman parte del extenso repertorio que avala la trayectoria de Izaskun Murgia Elkarte Lirikoa. La mezcla perfecta entre la música y el teatro en un solo género retorna a las tablas del teatro cerrajero los días 19, 20 y 21 de este mes.
“Se trata de 19 números correspondientes a las 18 zarzuelas diferentes (la lista es mayor pero algunas se han repetido) que hemos representado. Hay un poco de todo, partes sólo con coro, solistas, dúos… Escenas cómicas y dramáticas”, avanzan la directora y el director musical Cristina Cubillo y Eduardo Arzamendi. Antología de la zarzuela es la carta de presentación del espectáculo que la agrupación arrasatearra presentará el próximo fin de semana con obras extraídas de títulos como El Caserío, Luisa Fernanda, El dúo de la Africana, Los Gavilanes y La tabernera del puerto, entre otros.
La última puesta en escena tuvo lugar en 2019. Luego llegó la pandemia, el parón forzoso, las restricciones... Y la directora de la asociación arrasatearra, Tere González, empezó a dar forma a esta recopilación de las zarzuelas escenificadas en este recorrido de más de dos décadas. “A Tere le agradecemos la confianza que ha depositado en Cristina y en mí para llevar la batuta de la parte musical”, señala Arzamendi.
Medio centenar de personas actuando frente al público, la orquesta de Arrasate Musikal capitaneada por Iker Olazabal, y un nutrido grupo de personas entre bambalinas, asumiendo diversas funcione s, harán posible este espectáculo de más de dos horas de duración (con descanso). “Hay un escenario fijo y un hilo conductor con aires futuristas, ideado por el director de escena Jabi Burgos, que guiará al espectador y espectadora por los distintos cuadros y números musicales ambientados en otra época y costumbres. Además de un constante cambio de vestuario, que reutilizamos y que las modistas, con mucha paciencia y trabajo, han adaptado”, explican.
Ilusión y ganas
Un plantel de once solistas, que atesora una gran veteranía en este género musical escénico: Ruth Osinaga, María Izaga, Lander Oianguren, Mari Carmen Gómez, Mikel Izurrategi, Susana Vázquez, Sergio Llopis, Joserra Mendizabal, Enrike Altuna, Luis Okina y Mertxe Salaberri. Ane Maiztegi y Bárbara Lamas se estrenan en este papel.
“Ha sido un reto grande”, reconoce Cubillo, que por primera vez no pisará las tablas. “Faltan voces, pero esto es algo común en todos los coros. La ilusión, sin embargo, se ha logrado mantener, al igual que las ganas de participar”, añade, antes de hacer un llamamiento a la gente que “sepa cantar y, en especial, a las y los jóvenes; las puertas están abiertas”.
Muchas horas de ensayos y preparativos, en el caso de Eduardo al piano. “Me resulta muy complicado elegir una zarzuela, todas ellas tienen algo especial; me recuerdan a mi padre (el director y compositor Juan Arzamendi), yo era pequeño cuando ensayaba con los cantantes en casa”, rememora. Era la década de los 50 del siglo pasado y el género lírico prendió su mecha en Arrasate. Desde 1999 es la asociación Izaskun Murgia la encargada de impregnar su sello personal a este espectáculo.
El regreso será en seis días. Habrá tres funciones el día 19 a las 20.00 horas, y el 20 y 21, a las 19.30. Con el aforo reducido a 400 espectadores por pase (debido al derrumbe del techo del hall del Amaia), las entradas están a la venta en www.arrasate.eus.
