El Plan Parcial de Belartza Alto fue aprobado ayer de modo definitivo en el Pleno del Ayuntamiento con los votos del Gobierno municipal PNV-PSE y el rechazo de los tres grupos de la oposición. Con este trámite se pone fin a largos años de preparativos urbanísticos que, finalmente, autorizan la implantación de un polígono industrial en un espacio de 210.000 metros cuadrados en una loma situada sobre Añorga y a la que se le adjudican casi 84.000 metros cuadrados de edificabilidad.

La concejala del PP, Vanessa Vélez, criticó que el nuevo polígono, que permite la presencia de pabellones comerciales, hará la competencia al pequeño comercio local, por lo que consideró que no es necesario. El edil de EH Bildu, Ricardo Burutaran, por su parte, preguntó si autorizar este polígono “es o no artificializar el suelo” y si se van a admitir empresas logísticas en ese suelo industrial.

La concejala de Urbanismo, Nekane Arzallus (PNV), respondió a Burutaran que “sabe que el polígono está en los límites del Plan General” y recordó que también hay un pabellón de distribución de Elkar en Aduna. Asimismo, respondió a las críticas del concejal soberanista. “Usted intentó cerrar el Plan Parcial en la legislatura en la que fue concejal de Urbanismo y podía haber desclasificado los terrenos”, dijo.

Elkarrekin Donostia, por su parte, hizo hincapie en la desaparición de la zona verde.

A pesar de las distintas posiciones del Gobierno y la oposición, todas las formaciones políticas municipales apoyaron de modo unánime la moción de control presentada por EH Bildu para instar al Gobierno municipal a “verificar la correcta y total ejecución de la retirada” de las piedras que fueron depositadas en 2016 en Belartza Alto y que en 2019 los tribunales ordenaron retirar.

A pesar de la sentencia, por el momento sólo se ha retirado un tercio del volumen allí dejado. Las piedras están siendo utilizadas para las obras del nudo viario de Marrutxipi. En este sentido, la concejala de Urbanismo defendió que las piedras tengan un uso en otro lugar. “Entendíamos que era mejor sacarlas e ir llevándolas a Marrutxipi que llevarlas a un vertedero”, señaló Arzallus.