Finalizadas las fiestas patronales de Hondarribia, el alcalde de la localidad, Igor Enparan (Abotsanitz), ha emitido un comunicado con el fin de trasladar a la ciudadanía su “reflexión sobre lo vivido” a lo largo de los últimos días. Enparan comienza explicando que su deseo para este 2023 era que el Alarde fuera el Alarde “de los gestos”. El primer edil relata que “antes de fiestas, durante el verano, centré mis esfuerzos en construir puentes entre los distintos agentes, celebrando reuniones y potenciando el diálogo” y manifiesta que durante esos encuentros dejó claro que no deseaba vivir situaciones imprevistas. “Quise generar un clima de confianza para conocer las decisiones de los agentes implicados con antelación y evitar malestares”, dice.

Miembros de la compañía Arkoll portan la réplica de la bandera de Hondarribia en el Alarde. Ruben Plaza

El alcalde continúa su comunicado expresando que “sí ha sido el año de los gestos” y que valora “muy positivamente” algunos de ellos, pero reconoce que otros le han resultado “verdaderamente incómodos”. En este sentido, afirma no haber tenido conocimiento de ninguna agresión física durante la jornada del 8 de septiembre, pero declara que “la tensión hacia mi persona por parte de algún ciudadano y algún miembro de la corporación fue palpable”. Un clima de tensión que también se produjo, según Enparan, en las redes sociales los días previos al 8 de septiembre.

“Y aunque no hubo actos de violencia física, creo que se fomentó una tensión hacia la institución, hacia el Ayuntamiento de Hondarribia”, manifiesta, para contar a continuación que “ha sido muy doloroso ver la bandera de la ciudad enfrentada a otra bandera”. Con este punto Enparan se refiere al hecho de que Hondarribiko Alardea realizara una réplica de dicha bandera para incorporarla al Alarde dentro de la compañía Arkoll, tal como se realizaba hace 26 años, antes de que comenzara el conflicto.

“Este año, sin previo aviso, sin haber sido informados, se ha sacado una ‘pretendida’ bandera de la ciudad desde el punto de recepción institucional. Ante esta situación los y las representantes municipales tuvimos que hacer un trabajo de contención para evitar conflictos”, manifiesta Enparan.

Desde Hondarribiko Alardea explicaron que esta decisión estuvo motivada por la negativa previa de la Corporación Municipal a incorporarse al Alarde para portar la bandera, desde la parroquia hasta Saindua, como ha ocurrido en el último cuarto de siglo. No obstante, Enparan defiende en su comunicado que “la Corporación Municipal de Hondarribia ha cumplido con honor su responsabilidad de llevar la bandera desde la parroquia hasta Guadalupe, tal y como lo ha hecho en otras ocasiones, procediendo desde el máximo respeto a cumplir una importante tradición de la ciudad”. El alcalde se refiere a que los ediles de Abotsanitz y PSE-EE sí portaron la bandera tras el Alarde, en el tramo desde la calle Mayor hasta la Alameda.

El primer edil afea asimismo el hecho de que la réplica de la bandera fuera “enfrentada al principal símbolo de la institución” en el Santuario de Guadalupe. “En Hondarribia no hay ninguna institución militar que disponga de la legitimidad de confrontar con el símbolo democrático de la ciudad ningún otro símbolo”, relata.

Enparan lamenta que estas actuaciones evidencian el conflicto existente en la localidad. “Hay muchos agentes que piensan de diferente manera con respecto al Alarde”, cuenta, y asegura que su compromiso “ha sido y será emprender la vía del diálogo”, ya que tiene claro que “la manera de resolver los conflictos es la de llegar a acuerdos entre las distintas partes mediante el diálogo”.

En este sentido, el alcalde valora “muy positivamente” que antes de las fiestas todos los grupos políticos del Ayuntamiento (Abotsanitz, EAJ-PNV, PSE-EE y EH Bildu) firmaran un documento comprometiéndose a resolver el conflicto mediante el diálogo, y recuerda que “todos y todas debemos asumir los principios de convivencia y actuar con responsabilidad y respeto”.

Respecto a la presencia de representantes de otras instituciones públicas, Enparan pone en valor que tanto la Diputación Foral, el Gobierno Vasco y Emakunde como el Ararteko “se adhirieran a mi llamamiento y vinieran a Hondarribia para mostrar su apoyo”.

Para terminar, el primer edil narra que el 8 de septiembre vivió “momentos llenos de emoción y nerviosismo” y aunque confiesa que “serán muchos los aspectos a corregir y mejorar”, destaca uno de ellos, el de “la contención”. “Con el objetivo de preservar los puentes construidos di un paso atrás para favorecer una situación soportable”, dice.

Por último, Enparan se reafirma en que “apostará por el diálogo” y asegura que seguirá “facilitando los procedimientos administrativos para permitir la celebración del día del Alarde”. Sin embargo, también deja claro que defenderá firmemente “los símbolos de las instituciones públicas que representan a toda la ciudadanía”, así como “los principios y valores básicos de la convivencia”.