¿Qué quieres que pase dentro? En torno a esta pregunta ha pivotado la fase para distribuir el interior de la Emakumion Etxia de Oñati; un punto de encuentro dirigido a facilitar el empoderamiento, trabajar la prevención, la atención y reparación de la violencia machista, y crear redes y alianzas entre mujeres. Mientras las obras en la envolvente (rehabilitación estructural, tejado y fachadas) avanzan a buen ritmo en el edificio número 13 de Kale Zaharra, el proceso participativo para dotar de contenido a la Casa de las Mujeres sigue su curso.
“La propuesta que presentamos es abierta y flexible”, explicaron las arquitectas Maite y Edurne de Juntura Kooperativa, empresa que asume el diseño del interior del inmueble, a partir de las aportaciones y necesidades identificadas en las tres sesiones participativas que se han llevado a cabo en los últimos meses.
Así, los espacios que se plantean son “vivos” y “adaptables” a los diferentes usos mediante el empleo de mobiliario, cortinas y otros recursos. Además, cada planta tendrá diferentes grados de privacidad. El bajo ofrecerá un marcado carácter público, con la entrada principal desde Kale Zaharra y unas instalaciones ideadas para la socialización. En esta planta se proyecta la recepción, las oficinas de las personas que dinamizarán el servicio, y un espacio para espectáculos, conciertos u otras expresiones artísticas dotado de gradas, así como una pequeña cocina, baños y un almacén. Habrá una segunda entrada del lado de la calle Aita Madina, pero con un funcionamiento más íntimo.
En la segunda planta, por su parte, se propone una sala de usos múltiples (cursos, proyecciones, charlas…), dos oficinas y una zona central que se deja abierta para “cubrir necesidades que vayan surgiendo”. La bajocubierta albergará una sala para dar rienda suelta a la creación.
Con la presentación del anteproyecto y el parón de las vacaciones, en septiembre se retomará el proceso de participación ciudadana, que también deberá definir cuestiones como la gestión de la Emakumion Etxia.
Para febrero
La naturaleza del edificio supone “un reto” que condiciona algunas actuaciones. Durante las obras de estabilización, que se ejecutan con base en el proyecto realizado por la arquitecta Itziar Zelaia, han salido a la luz algunos elementos patrimoniales que se pondrán en valor en el resultado final del lavado de cara del inmueble. Estos trabajos, que el Ayuntamiento adjudicó a Construcciones Ugarte por 745.200 euros, se prevén concluir para febrero, y después se tendrá que dar paso a la remodelación del interior.