Elgoibar puede presumir de que el alumbrado público de la localidad es 100% LED. El contrato de servicios energéticos y de mantenimiento para 10 años rubricado con la empresa Tecuni SAU tenía como una de sus prioridades la renovación total del sistema de alumbrado de las calles de la localidad, apostando por un modelo más eficiente y sostenible sustentado en la tecnología LED frente a los sistemas que se han venido utilizando hasta la fecha. Ese proceso ya ha finalizado y, hoy en día, Elgoibar cuenta con un total de 2.320 luminarias LED repartidas en sus calles así como con 58 centros de mando y otros tanto sistemas de telegestión para controlar su funcionamiento.

Una de las primeras conclusiones de este cambio es la notable reducción de la factura eléctrica, derivada en buena medida por el menor consumo del alumbrado LED frente al convencional. Según los datos aportados por el Ayuntamiento de Elgoibar, el consumo anual previo a la instalación de las luminarias tipo LED ascendía a 1.190.910,60 KWh/año, cifra que se ha reducido a 501.847,50 KWh en el mismo periodo de tiempo. Esta consumo supone una disminución de 689.06,10 KWH/año o, lo que es lo mismo, un más que sustancial ahorro del 58% con respecto al consumo que exigía la anterior red de alumbrado. Otra de las ventajas de la iluminación LED es la disminución de las emisiones de CO2, con una reducción de emisiones de 180 toneladas de CO2 en el plazo de un año.

Mejora

Estas mejoras han supuesto una inversión que ha ascendido a 905.000 euros (más IVA) y conllevan el inicio de una nueva etapa en la gestión del alumbrado público en Elgoibar, tal y como manifestó al alcaldesa de Elgoibar, Ane Beitia.

“Tras la inversión realizada, elgoibartarras, trabajadores y visitantes van a contar con importantes ventajas, como son una clara mejora funcional y de seguridad; la reducción de la contaminación lumínica hacia el hemisferio superior; la minimización de la luz intrusa; la contribución a la reducción de las emisiones nocivas para el medioambiente; la contribución a la mejora de las condiciones para la vida animal; la reducción significativa de la generación de residuos; la eliminación de la utilización de componentes peligrosos como el mercurio;, etc. A ello se le suman otras ventajas, como la de la vida útil de los equipos instalados, que supera ampliamente al plazo contractual de diez años, o la reducción del número de incidencias en un servicio tan esencial como es el del alumbrado público, entre otras”.