Bienestar social, la búsqueda de empleo, la formación, y la integración son los cuatro pilares que mueven a Elkarzabal. La asociación oñatiarra, que atesora un recorrido de ocho años ejerciendo de puente entre las personas migrantes y en riesgo de exclusión social y el lugar donde emprenden una nueva vida, tiene la mirada puesta en los retos que han identificado en el plan estratégico que marcará el rumbo de esta organización sin ánimo de lucro: conseguir la profesionalización de los proyectos que tiene en marcha.

Por un lado, la huerta que cultivan en los terrenos del caserío Erguña- Etxebarri del barrio de Zubillaga. De las 28 hectáreas que alberga la propiedad, en manos de la Fundación pública San Martin egoitza que preside la alcaldesa Izaro Elorza, utilizan 2,5 que ocupan con ocho invernaderos y otras plantaciones. En diciembre el Pleno aprobó por unanimidad el acuerdo que oficializa la cesión de uso de este caserío y tierras a Elkarzabal, por un periodo de diez años.

cestas a domicilio Cebollas, lechugas, patatas, apio, kiwis… A la cosecha que recolectan le dan salida en los mercados de Oñati, Bergara y Arrasate, y también en las cestas que entregan a domicilio. “Se compra a demanda; tenemos un grupo de WhatsApp al que pasamos la lista de los productos antes del reparto semanal, y el cliente pide lo que necesita”, explica Jesús Mari Aranburu, que junto a Susana Altuna es una de las caras visibles del grupo de voluntarios y voluntarias que está al frente de la asociación. Las personas interesadas en comprar una de estas cestas pueden llamar al 629 013 267 (Jesús Mari).

La mitad de lo que ingresan con esta venta lo destinan a las becas de los que trabajan en el huerto, y con la parte restante cubren gastos de la actividad agrícola, según detalla Aranburu. Reciben ayuda de Cáritas Oñati y aportaciones de otras entidades.

Elkarzabal Elkartea capitanea, asimismo, un segundo proyecto en el que hace de intermediaria entre las personas de Oñati que reciben cuidados y las que los prestan. Cuentan con una red de más de 300 cuidadores y cuidadoras que se quieren profesionalizar. “El plan estratégico que hemos elaborado con la ayuda de Bidebarri (centro de inserción laboral promovido por el Consistorio y Cáritas) dice claramente que Elkarzabal tiene que profesionalizarse, prioritariamente en la actividad de cuidados, montando una empresa que en la medida de lo posible esté constituida por los trabajadores; que sean ellos los que tiren del carro”, relata Aranburu.

Y es que entre los principios que rigen esta asociación para la integración sociolaboral está (además de la ética) que sus miembros sean los verdaderos protagonistas. La rotación de personas es muy común una vez que encuentran trabajo, y es por ello que Aranburu y Altuna hacen un llamamiento a la implicación y compromiso, poniendo el ejemplo de uno de los integrantes de Elkarzabal, que ha impulsado la construcción de una escuela en su país, Guinea, es socio de Ulma y sigue en la huerta.