Tráfico motorizado, peatonal y ciclista conviven en el puente de Torreauzo de Oñati. Encontrar una solución a este paso poco accesible e incómodo para el caminante es una vieja aspiración que tiene la mirada puesta en las obras que han arrancado este lunes, y que una vez ejecutadas, de cara a febrero, harán más seguro el tránsito por este acceso levantado sobre el río.

La intervención que va a acometerse en este trazado de 60 metros de longitud acondicionará una acera asfaltada en color rojo de 1,5 metros de ancho, segregada del carril para el tráfico rodado que tendrá una anchura de 4,20 metros. El Consistorio ha adjudicado estos trabajos a Construcciones Echaide por 50.000 euros; un importe notablemente inferior a los 250.000 euros contemplados (y reservados en el presupuesto de 2022) para montar una nueva pasarela independiente del puente actual.

Dos han sido las opciones que ha estudiado el Ayuntamiento antes de adoptar la solución que ya está en marcha. Ambas planteaban la construcción de una pasarela para peatones y ciclistas aguas arriba (una vez atravesado el puente), o aguas abajo, que no ha convencido ni a los servicios técnicos ni a los responsables municipales. El edil Xabier Igartua detallaba ayer que por el hecho de tratarse de una zona catalogada de inundable, la citada infraestructura tendría que tener una altura considerable para librar el espacio de riesgo y, además, el desnivel originado para descender a cota de carretera supondría un obstáculo para la accesibilidad. “Sería bastante mamotreto y generaría un impacto visual junto a un puente histórico”, advirtió Igartua.

Más accesible

Se han decantado, por tanto, por una tercera opción más modesta que pretende garantizar la “seguridad y accesibilidad” de los peatones, y mejorar su convivencia con los vehículos a motor que atraviesan el puente (entre ellos camiones que se dirigen a las empresas de la zona), para la “tranquilidad”, al mismo tiempo, de los vecinos del entorno.

Así, se dará continuidad al bidegorri actual con un nuevo tramo que discurrirá del lado izquierdo del puente, evitando que ciclistas y paseantes tengan que pasar al margen derecho como ocurre en estos momentos una vez que alcanzan la pasarela. El nuevo carril se ha diseñado a diferente cota respecto al vial del tráfico motorizado, con un bordillo montable. El paso a Magdalena también se adecuará. Esta alternativa permite a futuro, en caso de que sea necesario, construir la pasarela ahora descartada. Primero habrá que ver los resultados de la actuación que se está llevando a cabo, aunque los responsables municipales confían en que se conseguirán los objetivos perseguidos.