Construida entre los siglos XV y XVII y considerada uno de los edificios religiosos más bellos, originales y complejos de Gipuzkoa, la iglesia parroquial de Santa María es, sin lugar a dudas, la joya arquitectónica de Deba.

El claustro, la portada policromada, la sillería, los retablos y el propio edificio en general hacen de esta iglesia uno de los conjuntos que mejor ilustran la evolución artística de los edificios sacros del territorio.

Dado su extraordinario valor histórico-artístico, la Diputación Foral de Gipuzkoa ya acometió entre los años 1992 y 1998 un enorme y completo trabajo para la restauración integral del templo. Aquella actuación permitió poner en valor el imponente conjunto escultórico de la portada policromada, que había permanecido durante años oculto a causa de la suciedad, roturas y mutilaciones.

Aún así, un informe para la inspección, revisión y eliminación del polvo superficial del pórtico que la empresa Petra realizó en el año 2019 por encargo del departamento foral de Cultura reveló la necesidad de volver a intervenir para solucionar diferentes problemas de conservación observados en ese elemento, de incalculable valor patrimonial.

Con ese fin, la entidad territorial inició el pasado día 19 de octubre una nueva intervención en la portada de la parroquia debarra. Esa actuación, que supondrá una inversión de 53.500 euros, está siendo ejecutada por las restauradoras Dolores Sanz Gómez de Segura, Mercedes Cortazar e Isabel Cubillas, que la pasada semana comparecieron junto a la directora foral de Cultura, Mari Jose Telleria, el alcalde, Gilen García, y el párroco local, Patxi Aizpitarte, para dar cuenta de las labores que se están ejecutando y que, según las previsiones, concluirán “la segunda semana de diciembre”.

Intervención en curso

Los nuevos trabajos de conservación y restauración que se están materializando en la portada de la iglesia parroquial de Deba constan de cuatro partes bien diferenciadas.

Según explican desde el departamento foral de Cultura, las labores que están llevando a cabo las restauradoras de la empresa Petra persiguen “la fijación de la policromía, la consolidación estructural de los morteros, el cierre de las grietas y juntas que presentan un tamaño considerable y la aplicación de un tratamiento de desinfección en las decoraciones de madera de las puertas”.

Una vez finalizada la intervención en curso, la joya de Deba podrá volver a lucir en todo su esplendor su portada policromada; junto al claustro y los retablos uno de los mayores tesoros que alberga el complejo, bello, original e histórico edificio religioso.