Los coches clásicos tienen un gran encanto. Además del valor histórico, tienen valor sentimental. Algunos de ellos son los coches de nuestra infancia, por lo que nos trasladan a ella. Debido a ello, las concentraciones de automóviles clásicos suelen tener un gran éxito. El sábado se celebró la 24ª edición del Rallye Vasco Navarro Histórico, memorial Ignacio Sunsundegi. La meta estuvo situada en la trinchera de Zumarraga y fueron cientos los vecinos que se acercaron allí para admirar los vehículos. Se expusieron 62 automóviles: 47 habían participado en el rallye y los 15 restantes completaron el recorrido, pero no compitieron. Entre estos 15 últimos había cuatro de otros tantos vecinos.

Los cuatro vecinos que participaron en el evento son Iñaki Aiastui, Jon Serrano, Aitor Arnaiz y Milud Ratta. Aiastui lo hizo con un Citroën Dyane 6, Serrano con un Opel Kadett GTE, Arnaiz con un Seat Fura Crono y Ratta con un Mercedes cabriolet.

Aiastui completó el recorrido con sus dos hijos: Beñat y Amets. Fue su tercera participación en este rallye, siempre con el Dyane 6. “Mi padre tuvo un Dyane 6 y yo tuve otro antes que este. Además, un tío tiene un 2CV. Se puede decir que estos Citroën son los coches de nuestra casa. Les tenemos mucho cariño”.

Utilizan el Dyane 6 sobre todo en verano. “Estos coches no tienen nada especial: corren poco y son descapotables. Son ideales para ir a la playa”.

El Seat Crono Fura de Arnaiz y el Opel Kadett GTE de Serrano, en cambio, son deportivos. Arnaiz completó el recorrido con su sobrino Jon Imanol Martín. En meta le estaba esperando su hijo Ibai. Comenta que el Seat Fura Crono es un coche especial, porque solo se fabricó durante un año. Los Arnaiz tienen otros tres coches clásicos: dos Seat 600 y un Seat 850. No es casualidad que los cuatro coches sean de la marca Seat. “Tener todos los coches de la misma marca es una ventaja, pues la mecánica es la misma y hay piezas que valen para varios coches”.

Serrano también ha tenido varios vehículos clásicos. El actual es de 1983. Lo compró con el interior destrozado y lo restauró por completo. “Es un coche que se fabricó durante solo cuatro años, por lo que está bastante cotizado”.

Ratta también ha tenido varios vehículos clásicos. Es marroquí y vino a Euskadi hace 17 años. Le encantan los coches y trabaja en un taller de Zumarraga. Ha tenido, entre otros, un Golf III GTI y un Peugeot 505 GTI, pero sus preferidos son los Mercedes. “Los coches clásicos me gustan mucho. Son coches de verdad, no como los de ahora”.