- El Ayuntamiento de Donostia se encuentra en la actualidad ante un dilema. Debe reactivar uno de los dos proyectos de huertas ciudadanas de ocio que se encuentran atascados, uno de ellos por la aparición de amianto y otro por la epidemia del COVID-19, que ha suspendido los concursos de obras que aún no habían comenzado. Actualmente, hay 90 parcelas utilizadas como huertas ciudadanas en el espacio habilitado en el camino de Marrus, de Lau Haizeta, de 6.200 metros cuadrados. Las intenciones municipales consisten en crear otro centenar de parcelas de huertas, aunque debe apostar por uno de los dos espacios disponibles ya que, en el momento actual, considera que sería excesivo abrir ambos.

En 2014 el Ayuntamiento de Donostia puso en marcha este proyecto de huertas ciudadanas de ocio al que se apuntaron numerosos donostiarras deseosos de trabajar la tierra y hacer crecer verduras para el autoconsumo.

En vista del éxito de la propuesta municipal, se preparó un segundo terreno con huertas, también junto al camino de Marrus y con su caseta, su conducción de agua y los elementos necesarios para la producción hortícola. El recinto, de 9.300 metros cuadrados y 138 parcelas, fue igualmente ocupado por hortelanos aficionados que estuvieron varios meses trabajando. Sin embargo, hace tres años fue detectado amianto en el lugar, por lo que el recinto fue cerrado y así sigue en la actualidad. Los aspirantes a hortelanos se quedaron sin tierra y un total de 386 personas están en la lista de espera para hacerse con una huerta.

En este segundo terreno para huertas se encontraron trozos de uralita (que contiene amianto) que fueron retirados, lo que obligó a que el suelo fuese analizado. En los lugares donde se habían abandonado estos fragmentos no se encontraron vertidos del peligroso material, aunque sí en otras zonas del recinto de huertas, lo que obligó al Ayuntamiento a encargar un estudio sobre la situación del terreno, en el que también había restos de hidrocarburos.

El Ayuntamiento informó entonces de que el terreno estaba dedicado a huertas desde hacía décadas y que contaba con fotografías que así lo atestiguaban desde 1940, por lo que se había elegido ese terreno suponiendo que no había sido nunca un vertedero. Sin embargo, en alguna de las zonas sí que se habían depositado residuos peligrosos de modo ilegal, a juzgar por los resultados de los análisis.

La alternativa que considera ahora más viable el Ayuntamiento es la de tapar y aislar el suelo contaminado y crear sobre la zona sellada un parque o zona verde, de forma similar a la ejecutada junto a la parcela del polideportivo de Altza.

Fuentes del departamento municipal de Medio Ambiente explican que el Ayuntamiento debe contar ahora con disponibilidad presupuestaria para llevar a cabo esta actuación. Aunque también tiene otra opción, ya que hay un tercer solar, de 8.100 metros cuadrados y ubicado en el mismo entorno, cuya adecuación como huertas salió a concurso por 266.000 euros la pasada primavera. Sin embargo, la licitación fue paralizada por el estado de alarma y ahora el Consistorio debe decidir si la reactiva o la suspende definitivamente.

El Consistorio sacó a concurso la adecuación de la tercera parcela, pero la tramitación se paralizó por el estado de alarma