a playa de Zarautz siempre ha conservado su verdadera esencia. Es más, los toldos que decoran el arenal en verano, se han convertido en un icono. Aunque la temporada estival de este año atípico haya comenzado en la villa, los toldos no tiñen la playa de franjas blancas y azules. El Ayuntamiento decidió al principio del verano prescindir de ellos para poder respetar la distancia.

Por ello, son muchos los zarauztarras que echan de menos su especial rincón de verano, pero su ausencia se hace más amena con la artista Maite Isasti. La creadora de los toldos en miniatura ha diseñado mascarillas con estampado de toldos. "Tenía muchos proyectos en mente para este verano y de repente el coronavirus ha hecho que cambie todo lo planeado", señala Isasti.

Al principio de la pandemia empezó como voluntaria haciendo mascarillas para los más necesitados. Una vez recuperada la producción, sin embargo, decidió fabricarlas por su cuenta y con su propio diseño.

Las mascarillas son "auténticas". Isasti las personaliza poniendo a cada una de ellas números que hacen que se distingan unas de otras. "Como de costumbre, cada familia ya tiene su número asignado. Por ello, los que se acercan a la tienda me piden exactamente un número en concreto", detalla la creadora.

La zarauztarra también tiene el suyo, el 552. "El número 552 es muy especial para mí. Alquilábamos ese mismo todos los años, hasta que fallecieron mis aitas", recuerda y asegura que ha vivido muchos momentos buenos en torno al toldo: "En nuestra niñez jugábamos muchas veces dentro de la caseta, nos lo pasábamos en bomba".

A falta de los verdaderos protagonistas, actualmente todos esos recuerdos los recopilan las nuevas mascarillas. Las hace en tres distintos tamaños: para niños, mujeres y hombres.

El precio de cada una es de diez euros y también diseña en otros colores como verde y blanco. Algún zarauztarra que otro le ha pedido hacer en rojo y blanco. Pero ella lo tiene claro. "Los colores de Zarautz son el azul y el blanco".

Como anécdota cuenta que un vecino le dijo: Dame una mascarilla de la Real y ella respondió: De la real no te puedo dar, pero sí con estampado de los toldos, ya que comparten los colores.

Visto el éxito de las mascarillas- toldo, Isasti también ha comenzado a coserlas con distintos estampados: de flores, de pañuelo de baserritarras... Sin embargo, la del toldo se ha convertido, sin ninguna duda, el nuevo souvenir de Zarautz.

Pasión por los toldos

Isasti estudió auxiliar de enfermería, pero su vida siempre ha estado más vinculada al mundo de la decoración. "Yo tenía una tienda de interiorismo. Cuando llegaba el verano muchos visitantes entraban a la tienda preguntándome si tenía algo característico de Zarautz", detalla Isasti.

Esa fue la pregunta que Maite planteó a su aita. La respuesta fue evidente: toldoak. Así se lanzó a la piscina y abrió en honor a su padre la tienda Aitan Toldua, hace doce años.

Se encuentra en la entrada de la Merkatu Plaza y abre todos los días. Aunque el producto estrella de esta temporada es la mascarilla, también dispone de los típicos toldos en miniatura.

Es tal la pasión por estos esenciales zarauztarras que Maite, junto a su hija June, se han tatuado un ejemplar en el brazo.

Su hija también ha heredado ese amor y, le ayuda a la ama con su tienda. Además, no descarta seguir el revelo. Por lo que, de momento, el futuro de los toldos como reclamo característico de Zarautz está garantizado.

Isasti hace las mascarilas en tres tamaños, a un precio de diez euros; también diseña en otros colores, pero el auténtico es el azul y blanco

Cada una de ellas lleva un número distinto, como en los toldos de la playa y el comprador puede elegir a su gusto