donostia - El comercio de lencería Susperregui, que nació en 1930 y acaba de cesar su actividad, fue ocupado en la tarde de ayer por la danza y una exposición de fotografías de las Ramblas de Barcelona, como una acción reivindicativa en favor del pequeño comercio, que se ve obligado a pelear contra las multinacionales que lo rodean tanto en Donostia como en otras ciudades. Tributar un homenaje al pequeño comercio es la intención del estudio de diseño gráfico y espacio de creación RQRE, que llevó ayer a cabo esta primera performance de apoyo al sector, a la que seguirán otras similares en la tienda Oddity, también cerrada, y otras como La Esperanza y Ricardo Óptico, que mantienen su actividad frente al gran espacio comercial de San Martin. La propuesta de exposición y danza, que sorprendió a los paseantes, es uno de los proyectos culturales que ha sido seleccionado por la Diputación en su programa Meta de micromecenazgo cultural. Foto: Esti Veintemillas