DONOSTIA- El Ayuntamiento de Donostia va a comenzar, a inicios de 2018, el proceso de cambio de los contadores de agua de la ciudad que se llevará a cabo por zonas, tiene un coste presupuestado de once millones de euros y un periodo de ejecución de entre ocho y diez años.

Según explicó el delegado de Medio Ambiente, Alfonso Gurpegui, en la actualidad en Donostia hay censados un total de 86.350 contadores, de los que una buena parte se encuentran deteriorados o desfasados.

El Ayuntamiento tiene controlados los contadores de la ciudad y sabe dónde se hallan aquellos que necesitan con más urgencia el cambio, por lo que comenzará con este proceso estableciendo un mapa por zonas, arrancando por las que tengan las unidades más deterioradas.

Gurpegui explicó que el Consistorio ha calculado que el cambio de los contadores se desarrolle a un ritmo de 8.000 por año, aunque todavía no se ha fijado un calendario de actuación.

El delegado de Medio Ambiente señaló que se lleva ya casi tres años cambiando contadores, aunque a un ritmo inferior al que se prevé imprimir a partir de enero de 2018. Durante este tiempo se han sustituido entre 1.000 y 1.500 aparatos por año. Como anécdota, señalar que se han encontrado “una veintena que databan de los años 20 del siglo pasado”.

Estos contadores ya sustituidos no tienen instalado el dispositivo de tele- lectura, que se les podrá incorporar a futuro. Y es que los contadores que funcionan en la actualidad en Donostia son de lectura manual, que acabará desapareciendo con el tiempo para poder ser controlados todos desde una central habilitada para este fin.

“La fiabilidad de los contadores deja de quedar garantizada a partir de los diez años”, informó Gurpequi que recordó que, en la actualidad, hay más de 17.000 contadores operativos que llevan funcionando más de diez años, entre ellos 5.324 con más de 25 años de antigüedad. 48.423 contadores tienen entre cinco y diez años y un total de 21.185, menos de cinco.

Reglamento Alfonso Gurpegui se congratuló por el hecho de que en la última Junta de Gobierno se haya aprobado un nuevo Reglamento de Abastecimiento y Saneamiento para la ciudad, dado que el anterior databa de 1999 y había quedado muy desfasado.

Con la nueva norma se iniciará una etapa que, entre otros objetivos, permitirá incrementar los ingresos del Ayuntamiento, dado que con los nuevos contadores las mediciones a realizar serán más exactas. Además, se evitará tener que acudir a los domicilios para realizar las lecturas, trámite muy usual todavía, o cobrar la tarifa base a la espera de poder efectuar dicha lectura cuando no se puede acceder a la vivienda, a la que con posterioridad se le imputa en la siguiente factura todo el importe acumulado. Otra de las ventajas a añadir es que resultará “más fácil detectar fugas o fallos en el sistema”.

Uno de los aspectos que más preocupa al Consistorio es el de la financiación y forma de pago de esta costosa intervención. Todavía, explicó Gurpegui, no se ha cerrado el pliego de condiciones que regirá la contratación de la empresa que se encargará de realizarla, por lo que se están barajando distintas alternativas para hacer frente al gasto.

Una de ellas pasa porque sea la empresa adjudicataria la que asuma la inversión de forma inicial y que esta se la vaya cobrando al Ayuntamiento “año a año en las lecturas”. Parte se sufragará con la subida de la tasa del agua en 2018, que será del 2% en los hogares y de más del 4% en las actividades económicas.