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Mollarri, un lugar con historia y encanto

Este eMblemático lugar de Zarautz fue un cargadero desde el año 1906 hasta el 1923, y aunque muchos lo desconocen, también cumplió otras importantes funciones a lo largo de su historia

Mollarri, un lugar con historia y encanto

Malla Harria, popularmente conocido como Mollarri, es una de las grandes joyas paisajísticas de Zarautz, un lugar al que muchos acuden para relajarse, desconectar y disfrutar de un entorno inigualable con absoluta tranquilidad. Y aunque la mayoría de zarauztarras saben que ese mágico lugar fue un cargadero desde el año 1906 hasta 1923, seguro que muchos desconocen que también ha cumplido otras funciones a lo largo de su larga historia.

Según cuenta el historiador zarauztarra Xabier Alberdi, la primera mención a Mollarri se remonta al siglo XVI y, al parecer, entonces servía de punto de referencia para medir el tamaño de las olas. “Entonces tenía el nombre de Umalla Harri, que seguramente venía de ur maila en euskera (nivel del mar). Antes no había malecón y, cuando el mar estaba revuelto, llegaba hasta la parroquía. En uno de los temporales hubo grandes destrozos. Según un documento del siglo XVI que mostraba las consecuencias de aquel temporal, utilizaban Umallako Harria para describir hasta dónde había llegado el mar”, explica el historiador.

Por otro lado, el antiguo cargadero también sirvió como lugar de refugio allá por el siglo XVII. Así lo constata una ordenanza del Ayuntamiento de Zarautz de 1637: “En Zarautz hay dos puntos que sirven como refugio: el puerto y Mollarri. A los dos lugares se les daba uso de puerto, y en el caso de Mollarri, las islas hacen que haya una especie de cobijo. Esa ordenanza de 1637 regulaba de alguna manera la caza de ballenas, y es que en aquel entonces era fruto de muchas discusiones por decidir quién había sido realmente el que había cazado la ballena, y esa ordenanza nació con el objetivo de poner fin a ese problema. Asimismo, ese documento menciona que los pescadores iban con sus txalupas a Mollarri en busca de refugio para vigilar desde allí por dónde se avistaba la ballena”.

Gran obra de ingenieria La función más conocida y tangible que ha desempeñado Mollarri, sin embargo, ha sido la de cargadero. Tal y como explica Alberdi, el cargadero se construyó en 1906 y fue “una obra de ingeniería realmente grande que llama mucho la atención”. Asimismo, señala que en aquella época fue complicado decidir cómo se transportarían las minas de hierro de Andazarrate (Asteasu) a un puerto. Se barajaron diversas opciones hasta que el ingeniero alemán Guillermo Vahl dio con la solución para transportar el material de las minas hasta Zarautz. Para ello, diseñó un tranvía aéreo que transportaba el hierro hasta Mollarri y que tenía una capacidad diaria de carga de hasta 1.000 toneladas. Curiosamente, el ingeniero se asentó en Zarautz, y hoy en día sus descendientes residen en la localidad. Por otro lado, Alberdi destaca otra importante característica del lugar: “En la zona hacia Orio la profundidad del agua es muy grande, por lo que era muy adecuado para tranportar allí las mercancias”. No obstante, según detalla el historiador, el cargadero dejó de funcionar en 1923 porque la actividad dejó de ser rentable.

Pero, sin ninguna duda, Mollarri sigue siendo uno de los lugares preferidos de los zarauztarras, y de hecho, para Alberdi es “uno de los patrimonios paisajísticos más interesantes de Zarautz”. “Ese lugar tiene una épica especial, un halo romántico que atrae a la gente. Tiene mucha historia y es una zona emblemática que está muy ligada a la historia del municipio. Es un paisaje inigualable y, al fin y al cabo, se puede ver la influencia del hombre en la naturaleza a lo largo de muchos siglos”, concluye el historiador zarauztarra.