deba - Como manda la tradición, Deba vivió ayer el inicio de sus fiestas con el repique de las campanas y el txupinazo, al que siguió la colocación del pañuelo rojo a San Roke, un acto que fue contemplado en vivo por el numeroso público que abarrotó el callejón y que, al igual que el patrón, se vistió con la prenda colorada. El público estallo de júbilo en el arranque de las fiestas, tras algunos momentos de preocupación que se dejaban notar los rostros, temerosos de que la galerna estropease el entrañable acto, pero no fue así. Los gigantes y cabezudos, la ezpatadan-tza y la Salve completaron el primer día de fiestas. - N.G.
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