En el concesionario de Going Green Autos Elizasu de Donostia ha tenido lugar la entrega a Frederic Gutiérrez Barde de un maxi-scooter eléctrico Vectrix. Se trata del premio que Iberdrola ofrece a los ganadores que participaron en un sorteo realizado el pasado mes de marzo entre clientes que se apuntaran a la factura electrónica.

Esta iniciativa tiene lugar en el marco de la política de liderazgo en la responsabilidad con el medio ambiente de Iberdrola, y su objetivo es potenciar el uso de la factura electrónica como otra de las acciones para la protección del entorno. La compañía firmó un acuerdo de compra con Going Green, empresa líder a nivel estatal en la distribución de vehículos eléctricos, para llevar a cabo este proyecto.

Este regalo está especialmente pensado para personas que se encuentran comprometidas con el cuidado medioambiental a todos los niveles. Gracias a esta acción, los clientes de Iberdrola pueden unirse a la corriente de la movilidad eléctrica, pasando a formar parte de la creciente comunidad de usuarios de vehículos eléctricos que disfrutan de las ventajas de estos transportes en un proyecto que es al fin viable, ya que en la actualidad existen tanto los vehículos como la infraestructura de recarga necesaria.

La factura electrónica es un servicio que Iberdrola ofrece desde hace años, que, además de facilitar enormemente las gestiones, contribuye al ahorro y al cuidado del entorno.

Las motos eléctricas Vectrix, totalmente silenciosas, se presentan como una alternativa real ante los vehículos de combustión, con unas prestaciones totalmente comparables a las motos de gasolina y con una ahorro enérgico del 90% con respecto a éstas. Los maxi-scooters Vectrix alcanzan una velocidad máxima de 110 km/h, funcionan con baterías que se enchufan a la red eléctrica convencional y permiten una autonomía de hasta 100 km. Esto supone un coste inferior a 0,40 euros en energía por cada recarga. Este tipo de vehículos eléctricos implican, por tanto, no solo un significativo ahorro energético, sino también un importante ahorro económico.

A estos beneficios medioambientales y económicos hay que sumar la facilidad de conducción de estos vehículos, con accionado de marcha atrás y freno motor en el puño del acelerador, su comodidad, con amplios espacios donde guardar los cascos u otros objetos y un reducido gasto en su mantenimiento