El Departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación ha aprobado el proyecto de construcción de un nuevo aparcamiento para camiones junto al Segundo Cinturón, en el término municipal de Astigarraga. En este caso, es en la vertiente norte de la vía, en dirección a Bilbao y a la altura del parking que ya funciona en la la zona sur.

El acuerdo se ha publicado hoy en el Boletín Oficial de Gipuzkoa y en él se insta al Gobierno Vasco a que declare por vía de urgencia la ocupación forzosa de los bienes afectados por el proyecto. El presupuesto de la obra se ha cifrado en 24 millones y un plazo de ejecución de 30 meses. Se espera que en las próximas semanas salga a licitación.

El nuevo emplazamiento contará con 151 plazas para vehículos pesados y busca dar respuesta a la alta ocupación del aparcamiento de Oiartzun, que llegó a niveles de máxima ocupación de forma continua a lo largo del pasado año.

Alta demanda

Tal y como se recoge en el informe realizado por Bidegi y que dio a conocer NOTICIAS DE GIPUZKOA, la nueva infraestructura surge tras una creciente ocupación en las instalaciones del Centro Integral del Transporte (CIT) Astigarraga-Oiartzun, puestas en marcha en 2022, principalmente en el de Oiartzun.

Así, mientras que el aparcamiento de Astigarraga, situado aproximadamente en el punto kilométrico 16,5 de la AP-8 en sentido Behobia y con 341 plazas, presenta un remanente de capacidad, el de Oiartzun, ubicado en el punto kilométrico 8,5 sentido Bilbao y con 184 plazas, no es suficiente para la alta cantidad de transportistas que circulan por este lado de la vía.

La ocupación total de este espacio, además, genera problemas de movilidad en la zona, ya que el acceso al aparcamiento se realiza a través de un vial de servicio que es compartido como acceso al restaurante/cafetería adyacente, lo que conlleva que los camiones formen hileras en dicho ramal a la espera de que se libere alguna plaza de aparcamiento, impidiendo el acceso al resto de usuarios de esta área.

A partir de esta problemática, Bidegi redactó un estudio previo para la construcción de un tercer aparcamiento, adyacente al actual en Astigarraga, pero en sentido Bilbao. En este estudio, además, se han analizado las diversas alternativas y se ha examinado el impacto medioambiental.

Pasarela peatonal

El nuevo aparcamiento se construirá sobre una explanada de unos 34.667,38 metros cuadrados, con forma sensiblemente rectangular y orientada en la dirección de la vía principal. En total, el número de plazas de aparcamiento previstas para vehículos pesados es de 155, agrupadas en cuatro pastillas de 33, 55, 56 y 11 plazas cada una.

La plataforma, además, estará aproximadamente al mismo nivel que la carretera principal, con una pendiente máxima del 4,23%, y tanto el ramal de entrada como el de salida contarán con un arco para el control de entradas y salidas de los camiones. Asimismo, para evitar atascos y aglomeraciones cuando la infraestructura esté llena, se proyecta un baipás que conecta el vial de entrada con el de salida sin necesidad de entrar al aparcamiento.

Por su parte, existirá una conexión peatonal entre los dos aparcamientos situados en Astigarraga gracias a una pasarela que se situará sobre la vía principal del segundo cinturón. Esta pasarela contará con una anchura total de cuatro metros y una longitud de 166,65 metros.

Ubicación idónea

En lo que respecta al estudio de impacto medioambiental, realizado por la asesoría Krean, aunque será necesario excavar 171.700 metros cúbicos de tierra, así como 31.000 metros cúbicos más procedentes del cajeo, la ubicación seleccionada es óptima al ocupar terrenos que fueron ya utilizados durante la ejecución del segundo cinturón para instalaciones auxiliares. A ello hay que sumar que no cuenta con valores ambientales reseñables y se encuentra en una zona en cuyo entorno hay poca densidad de población.

Por todo ello, se considera que la alternativa seleccionada es la más apropiada tanto desde el punto de vista de ubicación como de ordenación del área y desde el punto de vista ambiental. “El hecho de tratarse de una zona ya antropizada minimiza sus valores ambientales”, indica el texto, que destaca que es una obra “de urgente necesidad” al formar parte la AP-8, junto a la AP-1, de la red transeuropea de transporte, lo que la obliga a estar equipada con zonas de aparcamiento que permitan a los conductores de vehículos pesados cumplir los tiempos de descanso exigidos por la legislación de la Unión Europea y beneficiarse de condiciones de estacionamiento seguras y protegidas.