La desaparición de la cruz de la cima de Udalatx sigue dando que hablar. Las Juntas Generales han aprobado una propuesta de resolución que condena su eliminación y emplaza al Ayuntamiento de Arrasate a que reponga el símbolo e investigue la responsabilidad del acto para que sus autores paguen el daño causado. El texto ha sido aprobado con el apoyo de PNV, PSE y PP. Contra él se han posicionado EH Bildu y Elkarrekin Podemos.

El pasado 12 de octubre, el Ayuntamiento de Arrasate dio a conocer que la cruz en homenaje a los montañeros fallecidos que se encontraba en el alto del monte Udalatx desde 1971 había desaparecido aserrándola desde la base. La acción fue acompañada de un mensaje contrario al símbolo cristiano. El crucifijo, que se situaba entre el límite de Gipuzkoa y Bizkaia, pesaba 250 kilos y medía diez metros de altura.

Debate en las Juntas

Esta acción ha abierto un debate en el seno de las Juntas Generales sobre la pertinencia de conservar estos elementos que coronan casi un centenar de cumbres de Gipuzkoa. En los últimos tiempos, varias cruces han sido derribadas y reivindicadas desde posiciones laicistas o antifranquistas.

Ha sido el PNV el que ha traído la cuestión al pleno de las Juntas Generales. Para los jeltzales, la cruz de Udalatx no es un mero signo religioso, sino un símbolo de la expresión popular, por lo que forma parte de su patrimonio cultural. En esa línea, no ha dudado en calificar su eliminación de “acto vandálico contra la memoria histórica” y cree que es una muestra de “falta de respeto” hacia las personas que, “en auzolan”, participaron hace 53 años en su colocación.

El texto defendido por el juntero Ander Garay recuerda que “el 2 de octubre de 1971, más de 60 personas de Arrasate se reunieron en el barrio Udala para subir en auzolan una cruz en homenaje a las y los fallecidos al monte Udalatx. Entre todos subieron una cruz de 250 kilos de peso y diez metros de altura a la cima del monte. Caminando un minuto y descansando dos minutos, consiguieron alcanzar la cima en 3 horas y media”.

El juntero del PNV ha exigido la condena del sabotaje y afeó al Ayuntamiento de Arrasate, gobernado por EH Bildu, que cuando se trató este asunto en su seno no lo hiciera. Garay cree que si no existe una condena contra este tipo de actos se está abonando la impunidad. “¿Qué mensaje estaríamos enviando a los ciudadanos y a las generaciones futuras? El de que todo vale. No condenar el derribo, de una forma u otra, significa amparar el ataque”.

Mayoría

El PNV ha encontrado el apoyo del PSE y del PP a su propuesta. La socialista Arritxu Marañón expresó “la más profunda repulsa” de su partido contra este ataque y otros parecidos. “Lo condenamos como lo hicimos en el Ayuntamiento de Arrasate, donde presentamos una moción”. En su opinión, este tipo de ataques “van en contra del espíritu montañero, que va en el ADN de la gran mayoría de los guipuzcoanos”.

Propuesta de resolución aprobada

Con motivo de la desaparición de la cruz que ha estado durante cinco décadas en el monte Udalatx:

-Las Juntas Generales de Gipuzkoa condenan con rotundidad que se haya serrado y haya desaparecido la cruz que fue colocada en el monte Udalatx el 2 de octubre de 1971, en recuerdo de las y los montañeros fallecidos, con la ayuda y el trabajo voluntario de muchos arrasatearras, e instan al Ayuntamiento de Arrasate a que deje claro que este acto que ha roto la paz en la localidad de Arrasate es inadmisible.

-Las Juntas Generales de Gipuzkoa instan a las diferentes instituciones, en particular, al Ayuntamiento de Arrasate, a proteger y conservar el patrimonio y las manifestaciones históricas surgidas del pueblo, que forman parte de la cultura del pueblo y constituyen un recuerdo vivo, así como a hacer frente a conductas propias de modos de pensar totalitarios, y a defender, ante este acto de hacer desaparecer la cruz de Udalatx, los derechos de libertad.

-Así, las Juntas Generales de Gipuzkoa hacen un llamamiento al Ayuntamiento de Arrasate para que lidere los trámites y gestiones necesarias para la colocación de una nueva cruz, con los bertsos que había en la anterior, en el lugar en el que ha estado la cruz durante 53 años en Udalatx, así como para que promueva la investigación para la búsqueda de los autores de este acto vandálico, para hacerles pagar el daño a quienes han serrado la cruz.

El PP, que ya promovió este debate en la comisión de Cultura pero referido al conjunto de ataques que se han producido en diferentes puntos de Euskadi, ha defendido la construcción atacada por su “valor de respeto a los montañeros y al montañismo, lo que trasciende al debate ideológico”. El juntero Jorge Mota ha abogado por restaurar la cruz, en la medida en que “enaltece la memoria de los montañeros fallecidos y de los que la levantaron”.

EHBildu Podemos, en contra

Ninguno de estos argumentos ha hecho mella en EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que han vuelto a ir de la mano en esta cuestión, como ya lo hicieron cuando se planteó en el Ayuntamiento de Arrasate. EH Bildu, por boca de Joxe Mari Carrere, puso el acento en la laicidad del espacio público, que es lo que “corresponde a un Ayuntamiento en el siglo XXI. No estamos en el siglo XVII”.

Carrere ha dicho entender la “tristeza” de algunos arrasatearras por esta “acto unilateral”, pero lo equiparó a la “unilateralidad” con la que se levantó la cruz en 1971, “sin tener en cuenta los sentimientos y creencias de otros muchos arrasatearras, imponiendo el símbolo de una visión religiosa determinada en el espacio público”. Sobre la posibilidad de recuperar la cruz, ha recordado que Udalatx es un espacio protegido desde 2016.

Miren Echeveste, de Elkarrekin Podemos, ha defendido la autonomía municipal, en este caso, del Ayuntamiento de Arrasate en la gestión de su espacio público. Ha avalado la decisión de no restaurar la cruz porque se “adoptó por la mayoría del pleno” y ha contrapuesto esta argumento al que en otras ocasiones se ha esgrimido, como en los temas de igualdad, para evitar la injerencia de las Juntas Generales en los asuntos municipales. “Es un argumento que hemos oído en temas como los Alardes. ¿Por qué estas Juntas Generales no pueden dirigirse a los ayuntamientos de Irun y Hondarribia para decirles que solucionen el problema y organicen un Alarde público? Aquí si hay que respetar la autonomía municipal”.