Cámaras de visión artificial, sensores láser, dispositivos que miden el nivel de emisiones de CO2 de cada vehículo a su paso por un punto determinado y “pronto” serán capaces de discriminar si tiene que pagar más o menos peaje, en función de lo que contamine; avisos personalizados y en tiempo real al resto de los conductores y vehículos sobre las circunstancias de la vía por la que transitan: si en la próxima curva sin visibilidad se van a encontrar a dos o tres ciclistas, si hay una retención, si vamos a meternos en un banco de niebla o si el resto de vehículos han activado el limpiaparabrisas porque ha comenzado a llover un kilómetro más adelante.

Hablamos de Gipuzkoa y carreteras inteligentes que se comunican con los vehículos que transitan por ella, de coches interconectados que compartirán información entre sí y sentarán las bases de la conducción autónoma. Todo ello “nos va a llegar en cualquier momento, cuando menos lo esperamos”, asegura la diputada de Infraestructuras Viarias, María Ubarretxena. El territorio está “preparado” para ese salto.

Gipuzkoa ha recibido un importante impulso en este sentido, al haber sido seleccionado para entrar a formar parte en un consorcio europeo que servirá como banco de pruebas para el desarrollo de la conducción autónoma, mediante el proyecto iEXODDUS, que forma parte del programa Horizon de I+D de la Unión Europea

El proyecto iEXODDUS, según explican fuente forales a este periódico, “trabajará para impulsar la extensión de la conexión y la conducción autónoma más segura y confiable, estando a la vanguardia del desarrollo de tecnologías digitales y servicios de navegación, en línea con los objetivos de mayor seguridad, protección y sostenibilidad en el sector de la movilidad”.

Se llevarán a cabo 14 proyectos y la Diputación Foral de Gipuzkoa participará en ellos junto a Ceit, Tecnalia, Ferrovial, Cannon y la marca Ford, entre otros, en la mejora de la percepción de los vehículos para la autonomía total. 

Living Lab

Este proyecto utilizará la tecnología de Living Lab Gipuzkoa y su sistema de balizas y cámaras de visión artificial de última generación desplegadas en la AP-8 y AP-1 para desarrollar el proyecto. 

La Comunidad Europea financiará la adquisición e instalación de las nuevas cámaras y se instalarán nuevos sensores, incluidos sensores LIDAR (rayos láser) y más balizas al aire libre y en túneles para que las incidencias se gestionen en continua conexión y sin interrupciones.

Este proyecto se desarrollará entre 2024-2027 y constará de cuatro experiencias piloto (Euskadi, Austria, Alemania y Turquía).

Serán cinco millones de euros los que reciba la Diputación de Gipuzkoa para impulsar estos proyectos. Y van ligados, según explica la propia diputada, a “la conducción autónoma y a la realización de pruebas de visión dificultosa en áreas urbanas”.

La base de todo ello es el trabajo de digitalización de las carreteras realizado desde 2021 dentro del proyecto Living Lab, cuyo objetivo es desarrollar servicios y tecnologías viarias avanzadas de transporte inteligente, seguridad vial y eficiencia energética. Y en los próximos años esta apuesta recibirá un impulso importante. 

La AP-8 y la AP-1 son ya de hecho un banco de pruebas en el que la Diputación de Gipuzkoa, de la mano de centros tecnológicos y de investigación, está desarrollando la tecnología del futuro. “Un futuro marcado por la conducción autónoma”. Y pronto la N-I y la A-15 seguirán sus pasos.

5G y Bluetooth

Las balizas instaladas en las autopistas AP-8 y AP-1 son elementos de comunicación con los vehículos y responden a lo que se denomina V2I (vehicle to infrastructure), y sirven tanto para enviar mensajes a los vehículos como para recibir comunicaciones de ellos.

Las instaladas en Gipuzkoa tiene tres tecnologías de comunicación: ITS-G5 (comunicaciones de corto alcance), 5G (comunicaciones de largo alcance) y Bluetooth.

El despliegue empezó a principios de 2022 con la instalación de 4 balizas, y se ha completado la primera fase con otras 24, principalmente en el corredor AP-1 y AP-8. La siguiente fase seguirá en la N-I y A-15.

Se transmite cualquier incidencia que se quiera comunicar a los vehículos. Hay distinto tipo de mensajes y servicios. Si empezamos por los servicios de primer día, pueden comunicar, por ejemplo, incidencias de tráfico (obras, accidentes) o incidencias meteorológicas para extremar la precaución (niebla, agua, nieve). 

También pueden recibir mensajes de los vehículos, como por ejemplo la velocidad a la que pasan, o si llevan activo el limpiaparabrisas. Para eso, los vehículos deben tener la tecnología necesaria embarcada.

En este momento, para el despliegue, la Diputación está colaborando con Ceit, Bidegi e Izfe. Además, el pliego de instalación de balizas se le adjudicó a Insitel para instalar balizas Lacroix. También se está colaborando con otras entidades como puede ser Basque CCAM, o para presentarse a proyectos europeos con la Diputación Foral de Bizkaia, Tecnalia, Naitec, ESTIA, etcétera.

 “Tres ciclistas delante de usted”

“Tres ciclistas circulan 100 metros por delante de usted”. Avisos como este serán posibles en un futuro, directamente a nuestros vehículos, que cuando dispongan de la tecnología precisa podrán incluso hablarnos. 

Gipuzkoa también está trabajando en esta vía. Entre 2023 y el presente 2024 se está llevando a cabo una experiencia piloto para la detección y aviso de la presencia de ciclistas en tramos sensibles de la carreteras. Se ha probado en el alto de Gaintxurizketa, entre Errenteria y Lezo, donde en enero de 2022 un ciclista de 43 años perdió la vida tras ser atropellado por un vehículo. 

Y a lo largo de este año, aseguran fuentes forales, “se decidirá en qué puntos de nuestra red de carreteras se irá desplegando poco a poco esta tecnología”. 

 “Se trata de mejorar la seguridad de los ciclistas advirtiendo al resto de usuarios de su presencia”, explican fuentes del Departamento foral de Infraestructuras Viarias. “Se han instalado unas cámaras que por visión artificial identifican a los ciclistas, y generan una alarma que lanza aviso de presencia de ciclistas por diversos medios”. 

A día de hoy, sólo está implementado el de la señal oculta: un panel a pie de carretera que se activa sólo cuando hay una incidencia o presencia real de ciclistas. Y en un futuro se realizará el aviso por otros dos medios: baliza a instalar en ese punto y APP del Living Lab.

 “Las cámaras que tenemos ahora, son también cámaras que pueden hacer una proyección” mediante Inteligencia Artificial y “manejan mucha información”.

Medición de contaminantes

Otra derivada de estas carreteras inteligentes es la tecnología que mide en tiempo real la contaminación de los distintos vehículos que pasan por una de las calles del peaje de Behobia, en Irun. Con esta prueba se verá la fiabilidad del sistema, y se abren puertas a la tarificación del peaje en función de la contaminación real del vehículo, no de la teórica, o a la localización y sanción de los vehículos más contaminantes, que pueden estar trucados, por ejemplo, incumpliendo la normativa vigente.

Ya se hizo una prueba en el semienlace de Orio y ahora se pondrá otro dispositivo de estos a modo de prueba en la salida de Behobia.