Desde el exterior, los edificios institucionales son búnkeres inaccesibles a los que se entra por asuntos burocráticos poco estimulantes. Pero desde 2016, la Diputación de Gipuzkoa ofrece la posibilidad de conocer las entrañas del palacio foral mediante una visita guiada a la que este año se han apuntado 200 guipuzcoanos.
La diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, y la diputada de Gobernanza, Irune Berasaluze, han dado este viernes la bienvenida a "la casa de todos los guipuzcoanos" al primer turno de las visitas de la jornada de puertas abiertas, que brinda la oportunidad a la ciudadanía de conocer de primera mano el patrimonio y la historia del palacio foral.
Mendoza ha destacado que "el recorrido quiere ir más allá del edificio y su patrimonio", ya que se invita a los participantes a "conocer mejor nuestras instituciones, nuestro territorio y el propio país, y nos ayuda a tomar conciencia de cómo ha ido desarrollándose Gipuzkoa y el conjunto de Euskal Herria".
La diputada general ha señalado que la visita al palacio foral tiene un "interés evidente desde el punto de vista del patrimonio histórico, artístico o arquitectónico". "Aunque la Diputación tiene más de cinco siglos de historia, el conocimiento acerca de la institución sigue siendo limitado", ha explicado.
Por ello, ha recordado que muchos de los espacios que se dan a conocer durante la visita, como el Salón del Trono o el Salón del Consejo, "son testigos de la organización institucional y de la historia política de Gipuzkoa, de nuestro autogobierno, de los acontecimientos y personas que han marcado nuestra trayectoria".
"En él se han aprobado y se siguen aprobando decisiones y medidas de vital importancia para los guipuzcoanos: presupuestos, proyectos de promoción económica y de empleo, políticas de bienestar y fiscales, etc", ha añadido.
Rico patrimonio
Asimismo, Mendoza ha recordado que la jornada de Puertas Abiertas de la institución foral se enmarca en la estrategia de la Diputación para "profundizar en la colaboración ciudadana de la mano de la gobernanza colaborativa". En este contexto, "en diferentes momentos del año abrimos las puertas del palacio foral para mostrar el patrimonio histórico y cultural que se puede ver y también para acercar el funcionamiento de la institución a la ciudadanía", ha insistido.
La historia arranca en la Edad Media y los visitantes la han conocido a través de esculturas, tapices, pinturas y otros elementos de la mano de guías especializados. Además del patrimonio artístico, en la visita también se recogen explicaciones sobre la Diputación, las Juntas Generales, sus competencias y la organización administrativa, en un recorrido de alrededor de una hora y quince minutos.
Entre ellas destacan la vidriera que representa a Alfonso VIII de Castilla, jurando los fueros en el año 1.200; la cúpula de Alejandro Irureta; la decoración mural que representa el paisaje y las costumbres de Gipuzkoa; el retrato de Julio Urquijo (Erwal) y la biblioteca, donde se conservan todas las obras editadas por la Diputación; el tapiz realizado por en homenaje a la vuelta al mundo de Elkano, y el cuadro realizado al getariarra por Zuloaga; las pinturas Lekuona y Barandiaran de Albizu; las de los bertsolaris Uztapide y Basarri; los antiguos manuscritos realizados por Orixe; o la escultura de Elbiria Zipitria, de 2022, en homenaje a la profesora que fue uno de las promotoras de la educación en euskera y de las Ikastolas.